Taehyung sintió una punzada en su estómago, su respiración exaltada, pero tratando de guardar la compostura. Había tratado de no pensar en Jung Hoseok, porque tan sólo acordarse de todo lo que le dijo y mostró ayer, hacía que se muriera de la vergüenza. Incluso le había enviado un mensaje, reuniendo todo su valor, sobre que ese día no iba a necesitarle para avanzar en la escultura, así que le dio a Jimin una pastilla para que se la pasara. Supuso que en ese momento su mejor amigo ya debió habérsela dado.

Pensó en la pregunta de Hyesun y antes de la pelea que tuvieron por el mismo tema, hubiera respondido << sí, somos los mejores amigos del jodido mundo >> al instante, pero en ese momento, no pudo evitar arrugar el rostro con contradicción. Taehyung sentía que ambos eran amigos, pero Hoseok lamentablemente no. Era francamente decepcionante.

- Uh, amigos, así como amigos... no tanto -se sinceró, con una mueca algo incómoda y se encogió de hombros con falso desinterés-. Pero nos soportamos bastante bien, ¿Por qué lo preguntas?

Hyesun se removió, su cabello café cayéndole como cascada por su espalda, mordiendo su labio inferior mientras movía su cuerpo de atrás hacia delante.

- Bueno, es que tuve clase con él en la mañana y andaba de un humor horrible -rió sin burla-, pensé que usted podría decirle que si se puede relajar un poco, es que siempre que los veo parecen tener buena química -su sonrisa brillante se desvaneció, algo aterrada-. Aunque claro, no le diga que fui yo, por favor, o va a enojarse conmigo y el profesor Jung enojado da miedo.

<< Y me lo dices a mí >> pensó Taehyung, a punto de resoplar y poner los ojos en blanco.

- Oh, si lo dices así, está bien -rió el escultor, juntando las cejas con gesto comprensivo- Lo tendré en mente y se lo mencionaré.

- Gracias, profesor Kim -se inclinó en un gesto de respeto, sonriente y de camino a la puerta-, nos vemos el viernes y espero que se mejore.

- Ve con cuidado -exclamó Taehyung, despidiéndose con una sonrisa amable.

Pero la sonrisa se desvaneció cuando ella desapareció y, como por arte de magia, una silueta apareció por la puerta. Una que conocía perfectamente, vestido con ropa elegante de niño de alta sociedad, un chico que destilaba Gangnam Style por todas partes que se le mirase. Taehyung hizo una mueca de repulsión, más bien porque ahora podía ver claramente todos los defectos de Minho, no como antes; cuando lo idolatraba sólo por saber besar y tocarle en las zonas correctas.

- ¿Se puede pasar, profesor Kim? -sonrió coqueto, en el contorno de la puerta mientras se subía los lentes de sol dejando ver sus lindos orbes de color miel.

Taehyung bufó, cruzándose de brazos y alzando el mentón con desdén.

- ¿Qué haces aquí?

- Vine a buscarte para que vayamos a algún lugar -Minho ni se inmutó por la fría expresión que le daba Taehyung, coquetería emanando de sus poros-, ya sabes, con lo de ayer no pudimos conversar tanto.

Desviando la mirada, Taehyung suspiró a la par que se acariciaba la nuca.

- Mira, lo de ayer estuvo...

- Increíble -añadió Minho, con una sonrisa ilusionada. Taehyung lo miró con gesto aburrido.

- Mal -corrigió, ahora ya con una expresión de pesar y cansancio-. No debió pasar, Minho. Tú y yo... me hiciste mucho daño, te alejaste cuando más te quería. Ahora que me acostumbré a vivir sin ti, no quiero más de ti ni... nada. No existe nada.

Minho, por primera vez, borró su sonrisa y lo miró afectado.

- No entiendo -respondió acercándose, quedando a sólo centímetros de Taehyung mientras apresaba sus brazos con delicadeza-. Ayer estabas... dijiste que me habías perdonado.

Tócame. HOPEV.Where stories live. Discover now