De pronto el agua dejó de caerme encima. Volteé a ver hacia arriba y vi a Dave con un rostro serio y un paraguas.

-Te enfermarás. ¿A quien se le ocurre salir sin nada en medio de una lluvia?- dijo mientras tomaba el paraguas destruido de mi padre. 

 Caminamos muy juntos hasta las gradas. Ninguno de los dos decía nada, lo cual era bueno para mi, así podía organizar mis ideas para saber que le diría.

Se me ocurría algo como: "Oye, suena loco porque te conocí el mes pasado... ¡Oh, eso es muy poco tiempo! Pues parece que me gustas tu y tus jodidas expresiones. Todo. Hasta esa cicatriz. Estoy tan obsesionada contigo que hasta he notado que tus ojos se achican al sonreír. Si, suena loco pero creo que me gustas". ¿Que estaba esperando? ¿Una jodida relación? 

Todo lo que le dije lo hice pensando que si le decía "Me gustas" mis sentimientos desaparecerían. 

¿Les digo algo? No lo hicieron. No lo han hecho.

Llegamos a la parte de abajo de las gradas. Seguía lloviendo pero no caía tanta agua. Eso si. El piso estaba enlodado. Estaba muy incómoda. No tenía ni idea de que le diría o como lo haría.

El se recargó sobre uno de los soportes de las gradas. Me veía fijamente. Miraba mis labios. Eso no me ayudaba en absoluto. Subió su mirada a mis ojos

-Te espero.

Tomé aire y volteé a verlo a los ojos. Me llené con todo el coraje que pude encontrar en mi. 

No pensé que pasaría lo que pasó.

En serio. Era lo último que pensaba que podría pasarme.

Mi voz no quería salir.

Y no es una expresión. Lo único que podía decir eran balbuceos. Me estaba rasgando la garganta. Salían palabras incomprensibles y otras cosas así. No podía decir lo que planeaba.

Dave me miró con curiosidad

-Solo dilo.

Entre susurros le dije -No puedo hablar.

El se acercó mucho a mi rostro. Mi corazón latía demasiado rápido. 

-No te entendí.

-No puedo hablar- repetí. El me miró a los ojos.

Estaba cerca

Peligrosamente cerca. Sus ojos eran mil veces mas bellos de cerca. Así de cerca quería tenerle siempre. 

Lastima que no fue así. 

-Te escucho ahora. Dilo.

Me estaba muriendo de vergüenza. Pero se lo iba a decir. 

-David Smith. Te conocí el mes pasado- me dolía la garganta con cada palabra arrastrada. Aún no se que pasó. El mundo estaba en mi contra ese día. -Se que es muy poco tiempo, pero espero que las palabras que te voy a decir...- hice una pequeña pausa para pensar lo que estaba diciendo. Dave se quedó igual de cerca viendo mis ojos. -No arruinen nada de lo que somos hasta ahora. Dave... creo que... creo que me gustas.-

Un relámpago sonó. El se alejó. Volteé a ver a otro lado, incómoda. 

Lo había hecho...

¿Que estaba esperando? ¿Lo que acababa de decir cambiaría algo?

¿Quieren la respuesta? 

No.

Cuando volví a ver a Dave, ya no me estaba viendo a mi. Veía el suelo

-Lara, yo...- lo interrumpí

-Si! Lo se, es ridículo que te diga esto ahora- Mi voz servía otra vez. Aún dolía y sonaba bajo, pero se entendía lo que decía -Pero se que no me correspondes, digo, ¿quién lo haría? No debes decir nada, se que me dirás que no es posible o...- fui interrumpida por un contacto en mis labios.

-Cállate y escucha- Había cerrado los ojos. Era su mano. No sus labios. -Tienes razón en algo. Es raro el hecho de que me digas ahora que te gusto si solo ha pasado un mes. Pero... no se...- quitó su mano de mi boca y la pasó a su nuca. Estaba incómodo. Lo sabía.

En ese momento mi mente estaba "YA LA CAGUÉ. METÍ LA PATA. SE ALEJARÁ Y NO HABLAREMOS"

Levantó la mirada de nuevo. 

-Lara, yo...- la campana sonó. El bufó y se dio la vuelta. -Llegaremos tarde a clases, Lara.-

Mi corazón se rompió. No porque no me hubiera dicho lo que iba a decir o porque sabía que no me correspondía. Sino porque ya empezaba a perderle. 

No me dijo "Señorita Wall".

Avancé junto a el guardando un poco de distancia. Lo miré de reojo. El suspiró y se acercó a mi abriendo su paraguas. Me abrazó de costado y caminamos hacia el edificio principal de la escuela. 

-Lara.- Su voz me sobresaltó

-S si?- tartamudeé un poco

-Aún somos amigos no? No dejaremos que nos aleje lo que acabas de decir?

Detuve nuestra marcha y lo enfrenté

-Somos amigos. Y la estupidez que acabo de hacer quedará en el olvido porque...- me interrumpió dando un paso al frente y viendo mis ojos directamente.

-Sin explicaciones ni estupideces. Amigos? -

Su mirada en ese momento es algo que jamás podré olvidar. Estaba con su meñique en el aire mirándome con una sonrisa adorable.  Otro relámpago sonó. 

-Amigos. No importa que.

Elevé mi mano para unir nuestros meñiques.

Me había enviado a la friendzone y yo estaba feliz.

¿Hay algo mal conmigo? Porque ese día tiene uno de los recuerdos mas bellos. El día en el que mi crush me envió a la friendzone.


Entramos al salón de inglés, que era la clase que tocaba. Todos estaban de pie platicando unos con otros. James se acercó a nosotros con un rostro algo serio

-Hey! Dave y Lara han llegado para alegrar la fiesta!- dijo abrazándonos -David. Hablaremos en un momento.- dijo en el oído de Dave bajo, pero llegué a escucharlo.

-Hablamos luego, linda.- dijo Dave con un guiño saliendo del salón de nuevo.

Cuando volvieron se veían relajados. Los dos. 

Semanas atrás casi se matan y ahora parecían los mejores amigos.


  ◈◇◈◇◈◇◈◇◈◇◈◇◈◇◈◇◈  


-¡Vamos a jugar verdad o reto!- gritó una chica llamada Sophie en medio de un rato de silencio en el salón de inglés. La maestra no había ido ese día porque su hija se había enfermado. Todos hicimos un circulo e iniciamos con el típico juego de preguntas y respuestas

Sophie inició preguntándole a James. James escogió reto y besó a una de las chicas que estaban allí cuyo nombre no encuentro relevante.

Y no es por celos, no hagan teorías. Simplemente no me relacioné mucho con ella.

-Smith.- dijo James -Verdad o...-

-Reto- acabó Dave.

James volteó a verme con una mirada de complicidad. Vio a Dave de nuevo y lo dijo.

-Besa a Lara.





Septiembre 12 2018. Sonora

7

(Capítulo dedicado a Leslie O.)

Contigo o NadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora