Me siento como un robot

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Me siento como un robot sin emociones que tiene acceso a la parte más oscura de su mente robótica y a la parte más aberrante de su sistema operativo,que conoce las intenciones de la empresa que le ha creado,una empresa de las altas esferas cuyo objetivo es crecer con el dicho de "el fin justifica los medios". Me siento como si fuera una inteligencia artificial creada con el fin de autodestruirse y hacerse daño, como método de investigación para un laboratorio cibernético lleno de personas sin compasión. Me siento por un momento como si no tuviera emociones o como si las tuviera pero en el más profundo interior de mi corazón mecánico. Me siento como si me hubieran dado mil hostias y no hubiera sentido ningún dolor al instante pero si cómo un ligero dejavu, hubiera percibido por un momento, la sensación de daño producido por el golpe. Me siento como si no sintiera nada pero a la vez sintiera algo, algo que no sé describir porque aunque lo intento me cuesta...porque soy una maldita máquina sin sentimientos creada por una sociedad incomprendida y aburrida que juega conmigo, pero que a su vez, la máquina siente y percibe hasta el mínimo instante en el que una gota de agua de lluvia de sangre de nubes marchitas cayera al ojo de una persona insegura y vista de sí misma como alguien que da mucho asco pero que en realidad en el más profundo interior de su roto corazón se encuentra un foco de luz que ilumina una falsa rosa de pétalos grises y resplandecientes que luchan por abrirse paso entre un mundo de crueldad e insensibilidad, lleno de humanos que se convierten en robots y dejan de lado la parte de su corazón que realmente les hace humanos. Pues ha pasado el tiempo y las personas están dejando de ser personas, y empiezan a ser robots.¿Qué será de esta distopía que nos aguarda? Un mundo sin sentimientos, una distopía a la que la sociedad se acerca a pasos tan rápidos cómo la velocidad de la luz y tan inseguros cómo nuestra sociedad...

Relatos de un mendigoWhere stories live. Discover now