14

24 5 0
                                    


Negrina abrió los ojos y bostezó. Miró a zarpa Mojada y Zarza con los ojos entornados.

-No pueden hacer esto...- gruñó en voz baja.- Estrella de flor debería atacar por esto...

-¡Estás loca!- siseó su hermano- Negrina, podemos llegar a causar una batalla, ¿lo entiendes? Debemos explicarle todo a Estrella Escarchada. 

-¿Explicar qué?- Zarpa Mojada tenía las orejas bien erguidas.

-¡Nada, cagarruta de...!- Negrina habría saltado contra él de no ser porque Zarpa de Leopardo la sujetó con fuerza.

Bufando de rabia volvió a acomodarse.

-¡Mete esas orejas donde las llamen!- gruñó agitando la cola, que se enganchado en una rama, de un tirón la liberó, aun que se dejó varios mechones.

-No haber metido tus patas donde no debías- contestó mordaz Zarza.

Negrina refunfuño ovillándose. Estaba harta de estar allí, encerrada y vigilada. Entre las ramas vio a Garra de Zorzal, estaba comiendo un gorrión con veloces mordiscos. El guerrero atigrado cogió un conejo y se dirigió hacia ellos.

-Dejadme hablar con ellos.- maulló- No escaparán, pero necesito estar solo.

Zarza y Zarpa Mojada se miraron dudosos.

-¿Lo pide Estrella Escarchada?- preguntó Zarza olfateando sus zarpas.

Garra de Zorzal la miró duramente y entro, agitando la cola y sin responder.

-Aquí tenéis.- maulló dejando la presa frente a ellos.

-Demasiado pelo y hueso...- gruñó Negrina.- ¿Por qué no nos sacas de aquí?

-No debisteis traspasar. Y menos aun pelear así con Plomizo.- bufó su padre.

Negrina se asombró al ver el enfado en sus ojos, se agazapó.

-No podéis retenernos por siempre...- murmuró sacando las uñas y erizando el cuello.

-No lo haremos. Pero, o le decís a Estrella escarchada para qué espiabais, o habrá una batalla.

-Dejadnos ir, no hacíamos nada malo.- maulló Zarpa de Leopardo.

-Claro que lo hacíais.

-¡Estrella de Flor es la única que puede decir eso!- gruñó Negrina.

-lo siento...- maulló el gato- La tensión solo crece. Por ahora sois prisioneros.

-Debes ayudarnos...- suplicó Negrina- Eres nuestro padre...

-Y un guerrero del Clan de la Hoja.- maulló él- Nadie te hará daño, si tu no te lo buscas.

Negrina sacó las uñas frustrada, mientras observaba a su padre salir de allí.

Los gatos guerreros - Origen. #7 Sga: El destino de los clanes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora