¿Dos días para qué?

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¿De qué se trata? — Dije tomando los papeles.

Son los contratos con las empresas que has cerrado día y fecha, mi padre dijo que los revieras y pensaras si es necesario algún cambio o algo.

Ya — Moví los papeles en mis manos para ordenarlos.

Comencé a leer y todo estaba correcto, el acuerdo era razonable, el precio también, aunque una vez en la reunión se vería la propuesta de ambas partes para llegar al real acuerdo — Dos días Solté en voz baja recordando la fecha que había pactado para la primer reunión.

¿Dos días para qué? — Alexandria Jasmin se encontraba mirando hacia el gran ventanal por el cual se podían apreciar los edificios de la ciudad mientras bebía de su café.

Para la reunión con F&L que pacté.

Vale — Respondió aún con su mirada perdida.

Continué con la lectura y por momentos levantaba la vista apreciando su delicado perfil, parecía una muñeca tallada a mano, por una mano con un perfecto pulso.

Se volteó y encontrándome perdida en la curva de su nariz — Mierda! Era la segunda vez que me ocurría algo así con ella ¿Que iba a pensar? Tal vez la verdad, que contaba con tanta perfección por donde la mirases que lograba atraparme y cautivarme.

Tranquilamente podías perderte en su rostro sin ser consciente de que toda tu atención había sido secuestrada por sus facciones.

Me sonroje y llevé mi mirada a los papeles rápidamente, no fui capaz de sostenerle la mirada luego de que me haya encontrado mirándola de aquella manera.

¿Quieres? — Me ofreció de su café mientras extendía a medias su brazo.

Pues... — En ese instante Lexa y su < Algún día haré que lo pruebes > vinieron a mí mente, en cierto modo "habíamos quedado" en que así sería, la persona que me haría sentir aquel sabor por primera vez sería ella y no la egocéntrica, pero hermosa, de mi jefa — Es que no se si me agradará — me excusé, pidiendo a gritos internos que no insistiera.

No lo sabrás nunca si no lo pruebas — Y terminó por extender su brazo, dejando el vaso a pocos centímetros de mi.

Mi jefa estaba siendo amable conmigo, lo cuál resultaba sospechosamente extraño, la sonrisa un rato atrás y ahora ¿Quería que probara su café? No estaría bien rechazarlo, debía aprovechar la oportunidad para acercarme un poco más a ella y así lograr, tal vez, un mejor vínculo y no llevarme tanto maltrato o desprecio de su parte.

Vale — Dije tomando el vaso y pidiéndole disculpas al recuerdo de Lexa como si le debiera fidelidad. Bajo su mirada expectante me dispuse a beber, cuando de pronto recordé sus palabras < No pienso beber de donde bebió un empleado > ¡Bingo! Un recuerdo que había llegado en el momento exacto, no tendría que fallarle a Lexa — No beberé — Le extiendo nuevamente el vaso y ella frunció el ceño — Usted no bebe de donde han bebido empleados

Su ceño fruncido se desdibujó, relajando las líneas de su frente y cediéndole lugar a su típico rostro desinteresado, como si nada le importase — Eres atenta — Se extiende en la silla y al tomar el vaso nuestras manos se rozaron y una corriente eléctrica me recorrió completa — Solo corroboraba si me prestas atención y almacenas la información

Solté una carcajada ante su comentario y ladeo su cabeza volviendo a fruncir el ceño — Perdón — Me disculpé ante mi repentino ataque de risa — Lo dijo hace un rato, claro que lo recuerdo — Mentí.

Hablarán De Ti Y De Mi [CLEXA AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora