Atracadora de reinos prohibidos

487 28 5
                                    

Lexa POV

La forma en que sus pechos caían libres debajo de la tela de la camiseta me hizo saber que no llevaba brasier; quise adelantarme a ellos y antes de que fueran capaces de reaccionar a la excitación, de un sólo movimiento descubrí su torso lanzando la camiseta a un lado. Los contemple y una milésima de segundo les fue suficiente para robarme el aliento y secar por completo el interior de mi boca, pude sentir sus ojos estudiando los míos, buscando las respuestas de los estímulos que su cuerpo provocaba, alce la mirada y la conexión fue instantánea, las pupilas de Clarke se dilataron y sus ojos se oscurecieron por completo, mostrándome su deseo. Separé mis labios sin romper con la conexión de nuestras miradas y me acerqué lentamente hasta su pezón, rozando su textura rugosa; respire sobre él y de los labios de Clarke escapó un gemido ahogado mientras el trozo de su piel que se encontraba bajo mi tacto se erizaba.

Sed de ella que comenzaba a saciarse sobre su piel, con su aroma ingresando y apoderándose de mi reino. Ella subía el nivel con sus estratégicas jugadas y mi libido proliferó cuando dieron inicio los movimientos de su cadera sobre mi muslo. La humedad, de la que me declaraba culpable orgullosamente, alcanzaba mis dedos y me dominó la tentación de jugar un poco con su deseo. Pero la impaciencia impulsada por la necesidad, llevó a Clarke a aprisionar mi mano ubicando dos de mis dedos en su entrada, para luego deslizarse sobre ellos, inundándolos por completo.

Movimientos medidos y roces exactos que me regalaban como respuesta exquisitos gemidos entonados por esa voz que retorcía deliciosamente mi vientre.

Clarke bajó sus caderas al punto de inmovilizar mi mano mientras su interior mantenía prisioneros a mis dedos, la confusión se apoderó de mi y se evidenció en mi mirada que la buscó pidiendo una explicación. Sus labios esbozaron una sonrisita juguetona al tiempo que comenzaba a mover sus caderas siendo ella quien imponía el ritmo. Esa mezcla de amor y deseo al entrar en ella, consiguió que mi boca se secara cual desierto, y cuando susurró aquel — Quédate quieta. — mi sexo agudizó los latidos desenfrenados que aclamaban atención.

Llevé mi mano libre al delineado hueco de su cintura disfrutando de sus movimientos, no pude evitar presionar perdiendo cada vez un poco más la razón al observarla danzar al ritmo del amor sobre mi.

Un — Joder. — desbordado de afán sexual escapó de mis labios y mi mano se cerró en torno a su cintura, aprisionando aquel trozo de piel entre mis uñas.

Mis labios incapaces de luchar contra la tentación de saborear sus bustos se lanzaron a su encuentro, mi lengua participó gustosa, en tanto los movimientos que Clarke realizaba sobre mi mano se volvían cada vez más frenéticos.

Finalmente las consecuencias de un vehemente orgasmo terminaba por recostarla sobre mis brazos, con mis dedos aún cautivos de su interior. Mi corazón rogaba hacerle sentir a través de su piel al menos una mínima parte de las sensaciones que mi organismo experimentaba enloquecido cada que nuestras miradas conectaban, respondiendo a esa súplica, mis labios comenzaron a dar pequeños y suaves besos a lo largo de su hombro hasta alcanzar su cuello, repitiendo luego el mismo camino en dirección contraria.

Cuando su respiración volvió a adoptar un ritmo un poco más normal se alejó de mi pecho y acunando mis mejillas me regaló un beso cargado de dulzura.

El oxígeno ingresaba a mis pulmones lentamente, aún continuaba dentro de Clarke y eso me ponía demasiado. Comenzaba a pensar que la necesidad terminaría por consumirme, pero mis labios expresaron lo que mis pensamientos procesaban en ese momento — Me encanta estar dentro de ti. — Una confesión cargada de sinceridad y una pizca de seducción que pretendía provocarla nuevamente. Esboce una sonrisa traviesa con mis pupilas clavándose desafiantes en su iris, mis dedos se deslizaban lentamente y cuando llegaron al final del camino mi cerebro los guió hasta mi boca para acompañar sus próximas palabras con una jugada estratégica — Pero extraño tu sabor. — Mi lengua abandonó el interior de mi boca para colocarse en el inicio de los dedos que se habían abocado al disfrute de Clarke, sus papilas realizando a la perfección la labor para bajar mi bandera ante la colonización de su sabor en el territorio de mi paladar.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 26, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Hablarán De Ti Y De Mi [CLEXA AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora