♡ | Epílogo | ♡

1.3K 72 6
                                    

Epílogo


El amor mortal es cuando la sensualidad está satisfecha. El verdadero amor es cuando el amor se sacrifica.

-David K. Leung



Desperté en una cama, evidentemente no era la mía, la reconocería al instante. Me sentía extraño.

No había perdido la memoria, ni nada de eso, recordaba quien era y que había hecho, sin embargo, no lograba recordar los días anteriores, ni como había aparecido aquí. Quería levantarme, pero estaba amarrado con unas cuerdas pequeñas.

Segundos después apareció una pequeña, parecía que no tenía hogar o tal vez este cuarto lo era. Le sonreí, al menos conocía a mi rescatista. Parecía tener aproximadamente 10 años, eso me hacía recordar a Kate. Kate.

En ese instante todo llego como un sueño, había aceptado el trato que mi madre había acordado con los hermanos Baltimore. Eso quería decir que... ya no tenía el mismo cuerpo.

-Hola- me saludo la pequeña niña desde la puerta- ¿eres bueno? -

Me dio risa el hecho de que preguntara eso.

Depende de la perspectiva que tenga la gente, pensé.- Claro, no te haría daño, me recuerdas a una amiga- satisfecha de mi respuesta se acercó y me desato, yo quería correr a un espejo a verme, sólo esperaba que no fuera un señor canoso.

-Te encontré afuera... no quería que te mojaras y te arrastre hasta aquí- continuo- dormiste 5 días completos-

Eso me hizo pensar que posiblemente había caído desde arriba.

-Y ¿tus padres? - le pregunte-

Ella negó con la cabeza. - no tengo-

Como era posible eso, por eso y más odiaba a los humanos, ellos se la pasaban haciéndose mal mutuamente. No podía dejarla sola, ella me había rescatado a mí.

- ¿tendrás un espejo? - ella negó-

-pero tengo un vidrio que uso para verme- le sonreí y se lo pedí-

Me prepare mentalmente y me refleje.

Al menos seguía siendo joven, un punto a mi favor si quería encontrar a Kate. Sabía que con Luke sería más simple. Pude notar más a fondo todos mis rasgos.

Toqué mi cabello con la mano libre, este era pelirrojo y estaba alborotado por los días en los que estuve en cama. Mis ojos eran café claro y mi nariz era más delgada que la de mi cuerpo anterior. No estaba mal físicamente, pero lo que me preocupaba era el hecho de que Kate no me reconocería.

Dejé de ver mi rostro y me dirigí hacia la niña.

- ¿Sabes dónde estamos?- ella asintió y sonrió- es hora de irnos, pero antes...-

¿Luke? - No recibí respuesta

Soy yo. Soy Zedd - tampoco funciono

Si no contestaba tenía que hacer un plan B.

De una vez te digo que si me estas escuchando, pero no quieres contestar, te buscaré por todos lados y será tu perdición. Estoy preocupado. - por unos segundos espere a que contestaran, estaba por rendirme cuando escuche algo.

¿Zedd? - escuche una voz débil, ya no sonaba como a él Luke que conocía

Si, soy yo. Iré por ti.

No, no lo hagas.

¿por qué? - le pregunte

No quiero. - se escuchaba desanimado

Idiota, no te dejaré. Dime que paso.

Kate ya no me quiere, es más ya no me recuerda. ¿Qué hiciste? - me pregunto Luke

Es una larga historia, te la contaré cuando estemos juntos, ¿sí? Y veremos la forma de que Kate nos recuerde.

Ya es tarde, ella se fue a la universidad. Conocerá a otras personas, se hará novia de un idiota y...

¡Cállate! Voy por ti. - me estaba comenzando a enojar su negatividad

Y corte la comunicación, mi amigo me necesitaba, tenía que estar con él y arreglar todo, como antes lo había hecho. Solo pedía que esta vez nada saliera mal.

Sólo pedía que esta vez ese idiota fuera yo. 

El Chico Raro I - LUKEZELOù les histoires vivent. Découvrez maintenant