♡ 08 | Las paces ♡

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Cuando ves a alguien que vale, debes pagar sin vacilar y darle una oportunidad

-Haruki Murakami



Sábado

Me desperté a las 11:00 am.

Hoy estaba decidida a recorrer parte de la ciudad, pues era un nuevo plano para mí.

Me bañé y arreglé, mis padres estaban de viaje, según la nota que habían dejado se habían marchado ayer antes de que yo saliera de la escuela. Al parecer había surgido de imprevisto.

tarareaba una canción, cuando alguien toco la puerta, abrí y era la vecina.

-Hola-me miro y después asomo su cara para ver el interior de la casa- sólo pasaba para ver si necesitabas mi ayuda...ayer tus padres me dijeron que te echara una mano- me guiño el ojo-

-Gracias, pero estoy bien, de hecho... Voy a salir-

-Oh, si quieres podría acompañarte- lo que menos quería era una vecina chismosa-

-Gracias, pero en realidad esperaba ir sola-

-Bueno, si me necesitas, sabes dónde encontrarme-

-humm-ju-

Ya que la ciudad era algo grande decidí ir primero a los lugares más conocidos.

Según el tríptico para turistas el primer punto eran las estatuas de la luna, se llamaban así porque eran una serie de lobos, que poco a poco con forme ibas pasando las estatuas estas se iban convirtiendo en humanos.

También comí en un restaurante mexicano, ahí bebí una rara mezcla de bebidas, que según era la más pedida de ese lugar.

Después entre al museo de historia y fui a una tienda donde vendían puras reliquias.

Esto parecía divertido para mí.

Por último, el tríptico mostraba una librería, según la historia decía que antes era una biblioteca y que en ella sólo podían entrar grandes pensadores. Ellos se pasaban hora ahí adentro, escribiendo y cuando llegaban las editoriales a dejar libros, los autores los firmaban, para futuros compradores.

Ahora la librería era publica y todos podían entrar a comprar los dichosos libros. Sería una tonta sino pasaba a echar un vistazo.

Sin mirar a otra cosa que no fueran los libros entre.

Era tan grande y acogedora.

De pronto mi oído detecto una ligera entonación, era una guitarra. Una melodía hecha en vivo, mire hacia donde se dirigía la música y ahí estaba, sentado en una esquina, del otro lado de la caja. Trabajando.

Luke.


Me quede paralizada, no sabía hacia donde mirar. Pero que estaba haciendo si sólo era Luke, trate de tranquilizarme.

A lado de él estaba una mujer, sonriéndole de oreja a oreja, parecía que se lo quería comer, de pronto resonó su risita coqueta y acto seguido estrello sus labios pintados de rojo contra el cachete de Luke.

- ¿Necesita ayuda, jovencita? - me pregunto una señora de mediana edad-

-No, no- negué para que se callara y Luke no me notará- gracias-

El Chico Raro I - LUKEZELWhere stories live. Discover now