V. Mudanza

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En la reunión me explicaron todos los detalles que conocían acerca de los planes de Sergei, gracias a la información que Valeri y Baranov manejaban al estar dentro del esquema de gobierno. Lamentablemente, gran parte de los detalles e incluso algunos de los puntos más importantes nos eran desconocidos. Sin embargo, nos podíamos hacer una idea global del plan. Teníamos distintas hipótesis acerca de por qué yo, o para qué esperar a que viniera yo, cuando muchos otros, algunos más queridos que los miembros del Ashram, podrían haber ocupado gustosos el puesto de cara pública o lo que fuera, siendo el nombre más sonado Libertador, por su clara inclinación por el comunismo, incluso si lo reservara a una faceta estrictamente personal. De todas maneras, parecía arriesgado tratar de convertirme en un símbolo sin conocer mi ideología política personal, o sin saber si estaré interesado.

En definitiva, algo iba mal, pero ninguno sabía qué. La mano derecha de Sergei, Ananenko, a quién conocí en el Ministerio de Estado, me parece el único aparte del líder que podría saber todos los entresijos del plan. El secretismo es tal que ni uniendo todas las piezas de las que disponemos el puzzle está cerca de estar completo. Así que acordamos que cuando su plan se ponga en marcha, yo le seguiré el juego, hasta que conozca todos los detalles, y entonces, y solo entonces, actuaremos, de ser necesario.

En el Ashram tenemos prohibido el tema de la política e implicarse, pero existen excepciones. Una de ellas es si se planea una invasión a gran escala o se planea provocar conflictos bélicos con otros asentamientos. Obviamente, no tengo pruebas tangibles de la gran conspiración, pero la alternativa es posicionarme favorablemente al partido, o una no intervención absoluta. De quedarme a un lado, se crea el problema de que estaría cumpliendo con la norma de no intervención ni posicionamiento, pero permitiría que se iniciara un conflicto a gran escala, aun teniendo conocimiento de la posibilidad. En el mejor de los casos resulta que me involucro, no hay conspiración y todos contentos. Mas si tomo partido, incumplo como mediador y en el mejor de los casos, se habría iniciado el conflicto más grande desde el fin del mundo. Sería tarde para detenerlo sin luchar en el frente. Así pues, de cualquiera de las dos posibilidades se deduce que incumplo el reglamento. Pero con uno de ellos alcanzo el menor de los males. O eso espero.

Me voy fuera de los límites oficiales del asentamiento, guiado por Baranov, y me percato del inusual gentío fuera de los límites. En este asentamiento no se ha levantado una muralla de chapa para protegerse de las tormentas y ataques, sino que hay alambre de espino, probablemente para evitar ataques de animales salvajes, y muros de tocho descubierto con grabados en algunas calles. En algunos hay escritos propaganda, en otros nombres, en algunos otros números que no sé que significan, pero que supongo que deben ser el número de inventario o de serie, si es que eso se sigue utilizando. Supongo que los muros fueron levantados para colocar la propaganda fuera de las fachadas, donde sería antiestético.

La zona fuera de la alambrada está más poblada, al menos en apariencia, que la región interna, lo cual me choca un poco, porque ningún informe dice que la gente viva fuera del núcleo o que se hayan expandido tanto. Me fijo atentamente en la gente, pero no parecen estar mal nutridos ni estar pasándolo particularmente mal. La mayoría son adultos que parecen ir a algún sitio, seguramente se encuentran en horario de trabajo, no hay muchas mujeres entre ellos. Aquí y allá hay niños charlando y jugando en los portales, con la ropa gastada pero no rota.

Baranov me informa de que se trata de un proyecto en vías de desarrollo de los de distribución del terreno, que están gestionando las viviendas aún habitables para poder reducir la densidad de población y aumentar la calidad de vida. Se están llevando a cabo tareas de rehabilitación de vivienda en los alrededores para mejorar la calidad de vida. Dice todo con un subtono de orgullo en su voz, pero sin atisbo de sonrisa.

TUTOAPC. Arco 2: La cuarta rotaciónWhere stories live. Discover now