Una voz llama mi atención y volteo para ver de quién se trataba. Con paso rápido se acerca hacia mi y extiendo mis brazos para que aterrizara en ellos.
- ¡Jisoo! -Me saluda con un beso en los los labios y mis lágrimas se aproximan-
- Jennie....
Besé sus labios con necesidad, porque así era, la necesitaba con todo mi ser.
- ¿Qué pasa cariño? -Me mira con una gran sonrisa y me limpio las lágrimas con otra plasmada en mis labios-
- Es que estoy felíz de verte y me emociono cuando estás conmigo y-y...
- Te amo demasiado Jisoo, no sabes cuanto lo hago.-Me ayuda a secar mis lágrimas y me da un tierno beso en la frente-
- Yo también te amo Jen -Le sonreí y tomó mis manos- ¿A dónde iremos hoy?
- Iremos a tu lugar favorito Chu. -Entrelaza nuestras manos-
- Te refieres a...
- ¿El parque? Sí, bebé.
- Sabes Jennie... siempre pensé que todo lo que vivía contigo era un sueño, porque verás, es tan perfecto para ser real.
- Pues es la realidad Chu, soy real. -Me observa con una sonrisa plasmada en sus labios- Nunca me cansaré de decirlo pero... te amo Jisoo.
- Yo también te amo Jennie.
Jennie...
~
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Me desperté de golpe al recordar todo lo que había soñado, todo lo que había recordado acerca de esa tal chica.
Y esa chica era Jennie...
Me llevé las manos hasta mis ojos con la intención de secar las lágrimas, pero no podía detenerlas. Con cada pensamiento de ella mis ojos volvían a ponerse rojos, ahora entendía todo lo que había pasado entre nosotras, porque ella era importante en la familia y ahora entendía todo.
Comencé a sollozar cuando miles de momentos que pase con Jennie invadieron mi cabeza, no podía ni siquiera recordar cuando la perdí, cuando deje que todo esto pasara... Y ahora la extrañaba, extrañaba sus caricias, sus abrazos, sus besos, absolutamente todo de ella. Recordaba cuando fuimos a nuestra primera cita, donde por primera vez nos divertimos como una pareja normal, y eso fue el colmo para que suelte un grito desgarrador.
