Alito

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Y quedo dormido
junto a la fogata de la vida
y con el último
Álito de aliento de su pecho,
miro al cielo
y se encomendó a Dios...
en la oscura madrugada
sin luna.
Tres días con sus noches
lo velaron
y la imagen espectral de su cuerpo,
reflejase contra la luz de una vela,
que parece que también expira,
Él era bueno
dijo una vecina,
y el llanto de sus hijos,
era la revelación,
de ese cariño infinito
que le tenían a su padre ...
Más la viuda,
sentada en un rincón
de la alacena de la casa,
yace devastada,
con la mirada perdida,
llorando su desconsuelo
y renegando al Señor,
el porque de su partida.
Rios de gentes llegan a su morada,
y unos con caras largas
y el,
con el llanto a flor de piel
consuela a una anciana,
que casi, casi sin palabras,
le susurra al oído,
al cadaver,
qué amortajado,
en una pequeña mesa,
escucha atentamente
y en silencio
el dolor lastimero
de su madre...
El reloj del pueblo,
que es el de todos,
recita doce campanadas
de versos postreros
anunciando su despedida
que minuto a minuto
recitan el poema de su ausencia .

Dicen que él murió triste ...

Poemas simplemente poemas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora