En los senderos mojados por la lluvia,
me pierdo en mis pensamientos y sueños,
caminando con pasos suaves y lentos,
donde no existen lágrimas, ni lamentos.
La lluvia es mi aliada confidente,
que oculta mis penas con su manto,
y en cada gota que cae del cielo,
mi tristeza se diluye en un canto.
En mi mundo solitario y perdido,
brotan versos de un alma afligida,
donde las lágrimas se vuelven tinta,
y los suspiros,
poesía sin medida.
Mis pasos se funden con la tormenta,
y el viento susurra mis secretos,
la lluvia lava mi rostro cansado,
y en su danza, encuentro consuelo.
No importa si nadie puede ver,
mis lágrimas,
que se confunden con la lluvia,
pues en cada gota que cae del cielo,
mi corazón se desvanecen mis anhelos.
Así,
en el andar bajo la lluvia,
mi mundo se transforma en poesía,
y aunque esté perdido en mis pensamientos,
encontraré la fuerza para seguir cada día.
... ay la lluvia, es solo un susurro lastimero que oculta en un verso en cada gota que cae sobre mi rostro..."
