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Hoy es once de septiembre y estoy en el funeral de mi madre.
Mi madre se llamaba Flora y era una mujer llena de vida, su pelo rubio y liso, sus ojos marrones oscuros y sus pequeñas arrugas apenas visibles en su rostro.

Nosotras vivíamos en un barrio de mala muerte junto con el desgraciado de mi padre. El siempre pegaba a mi madre hasta dejarla inconsciente o la violaba.
Mi madre me decía que era porque estaba borracho y no sabia lo que hacia.
A mi me intento pegar una vez pero mi madre se interpuso, ella jamás dejaba que me pusiese una mano encima, pero esa vez mi padre se paso mucho y acabo con la vida de mi madre, yo salí corriendo de casa y fui a una cabina telefónica para llamar a la policía diciéndoles que mi padre acababa de matar a mi madre.

¿Que como lo sabia?

Antes de salir comprobé si respiraba y no era así.
Cuando la policía llego me llevaron fuera de la casa y al rato salio mi padre.....

Recuerdo

—Deborah hija , salvame no me dejes pudrir en la carcel_dijo llorando

—pues te pudrirás en ella cabrón. Y olvidaré de que tienes una hija Dave_le dije escupiendo veneno en mis  palabras.
Cuando se lo llevaron yo empecé a llorar, eso no me podía haber pasado a mi. Mi madre lo era todo para mi, desde los diez años yo había ahorrado para que cuando yo cumpliese dieciocho nos alejásemos de mi padre y solo quedaba una semana para ello. Ya teníamos hasta el piso comprado.

Fin del recuerdo

Una vez terminado el funeral me fui a casa de mi vecina Lauren, ella siempre cuidaba de mi cuando veía que en casa iban a pasar a mayores.

—ohh mi niña ven aquí..._me dijo ella estirando sus brazos hacia mi. Fui corriendo nos abrazamos mientras yo lloraba en su hombro_shhh ya mi niña ya paso_me dijo acariciando mi cabeza. Para después separarse de mi.

—Lauren, ¿que haré ahora? No tengo ni un centavo y tampoco pienso seguir yendo a ese instituto de mierda en el que todos me tratan mal_dije borrando todo rastro de lágrimas

—esperaremos a que lean el testamento que dejo tu madre, solo estamos tu y yo en el._cuando dijo eso me sorprendí, no creí que mi madre tuviese algo que dejar. Ella al ver mi cara de asombro me explico.
Mi madre era una mujer con mucho dinero y que el piso que compramos en la ciudad ya era de ella de echo el edificio era de ella, también me dijo que el testamento se leerá mañana.

Al día siguiente decido vestirme con una falda pantalón negra, unos botines negros, una camisa blanca y mi fiel chaqueta de cuero negra. Recogí mi pelo rubio en una coleta alta.
Yo era la copia exacta de mi madre.
Salgo de la casa junto con Lauren.
Una vez llegamos a los juzgados empiezan a leer el testamento

—mi querida vecina, gracias por cuidar de Deborah cuando yo no podía. Por eso te heredo mi casa del campo, uno de mis edificios en la ciudad y dos de mis coches los que mas te gusten.
Y a ti mi niña Deborah te heredo mi casa de la playa, el segundo edificio donde tenemos nuestra casa y todo mi dinero junto con la moto que siempre quisiste y el resto de los coches. Todo esto lo heredaras de inmediato, aunque seas menor de edad_esas fueron las palabras del juez.
Lauren y yo estábamos llorando.

Cuando llegamos a casa de Lauren nos sentamos a ver la televisión.

—Deborah hoy es viernes y todavía es temprano ¿quieres ir a recoger tus cosas para irte acomodando en el piso tuyo?_dijo Lauren apagando el televisor

—lo unico que quiero de esa casa son las cosas de mi madre. ¿Podemos ir de compras? Necesito ropa nueva_dije levantándome de mi sofa

Cuando llegamos al centro comercial al que siempre iba con mi madre entramos y compramos ropa y toda negra, gris y blanco para mi. Lauren compro cosas mas coloridas.
Íbamos caminando cuando veo una peluquería y me paro en seco.

LA CHICA MALAWhere stories live. Discover now