• ᴄ ᴀ ᴘ ɪ ᴛ ᴜ ʟ ᴏ xx •

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La escuela me está prácticamente matando las ganas, y no solo a mí, a todos nosotros

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La escuela me está prácticamente matando las ganas, y no solo a mí, a todos nosotros. Al ser nuestro último año las pruebas cada vez se volvían más y más aparte de que las dificultaban un poco. El problema aquí es que, se están amontonando todas en la misma semana, y muchos ya se han rendido ante el esfuerzo de estudiar para todas las pruebas. Miento si digo que yo no estoy igual, porque creo que en cualquier si todo sigue así terminaré rindiéndome como ellos. Lo único por lo que me dan ganas de dar todo mi esfuerzo estudiando para luego poder aprobarlas es el hecho de que cuando apruebe cada una de ellas y terminé el año, me iré lo más lejos posible de la ciudad hasta que la universidad empiece.

Terminé de escribir lo poco que quedaba de la respuesta de la última pregunta y luego puse mi nombre en el margen de la hoja. Lo único bueno de todo esto es que, una vez que terminemos de hacer la prueba podemos irnos del aula y hacer todo lo que queramos, como irnos a nuestra casa y recuperar las horas de sueño que perdimos gracias a estas malditas pruebas. Me levanté de mi asiento y le dejé la hoja en el escritorio a la profesora, una vez hecho eso salí de la clase. Recibieron tantas quejas de parte de los alumnos y de sus padres que decidieron hacer esa tontería, permitirnos salir del aula e irnos a nuestras casas si eso queremos. ¿Sirve de algo? Sí, puedes dormir unas horas, pero no lo suficiente porque luego tienes que seguir estudiando como un desgraciado hasta altas horas de la noche para saber lo suficiente.
He sido la tercera en irme, y siendo sincera, pensaba que terminaría siendo la última en salí de allí. Seguramente como lo hice tan rápido solo para sacarme una materia de encima haya desaprobado, siempre me pasa.

Me senté en el piso y apoyé mi espalda en los casilleros dejando mi mochila a un lado de mí. Intenté concentrarme todo lo que pude en la prueba, pero un maldito nombre no dejaba de resonar en mi cabeza haciéndome distraer de todo, Jackson. Hace días que no hablo con él, mejor dicho, hace días que Jackson no me hablaba. Me enteré por Scott que Mindy fue a verlo hace como dos días a su casa, no tengo idea de la razón y tampoco quise preguntarle, son cosas de ellos, no voy a meterme donde no me incumbe... es broma, claramente que me meteré.
Confieso que si no fuera porque quiero mantener mi reputación de chica mala ya hubiera estado frente de la casa de Jackson golpeando su puerta. Yo, lo extr-extraño, me gustaría quedar con él para hablar sobre lo de la carta o simplemente para que nos juntemos a charlar.

Miré el reloj de mi móvil, el timbre comenzaría a sonar en unos cinco minutos, decidí irme antes de que todos comenzaran a salir, no me gusta cuando todos los imbéciles de la escuela se amontonan para salir, no saben cuántas palizas repartí por haber sido empujada en varias de esas ocasiones.
Acomodé mi mochila en la espalda y salí directo para el estacionamiento. Mañana es el día donde debía ir a ver la casa del campo, ¿y que creen? Lamentablemente todos estos hijos de perra me acompañaran. Así que iba a necesitar un auto grande para que nos vayamos mañana, para mi suerte el pendejo de Alex nos prestaría el auto de él, en cuanto se enteró que íbamos a necesitar un auto mucho más grande se fue rápidamente a comprar uno. Al parecer mi hermana no era ninguna estúpida, se agarró a uno con plata... y ahora es cuando recuerdo que yo me estoy agarrando al hermano. Estúpida.

Cᴏʀᴀᴢᴏ́ɴ ᴅᴇ Hɪᴇʟᴏ ✔©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora