Cᴏʀᴀᴢᴏ́ɴ ᴅᴇ Hɪᴇʟᴏ ✔©

• ᴄ ᴀ ᴘ ɪ ᴛ ᴜ ʟ ᴏ ᴠɪɪɪ •

No me salían las palabras para explicarle por qué grité como si me estuviera muriendo, así que simplemente le mostré el e-mail que me había llegado. Acabo de perder más de $60000 en algo que ni siquiera sé si compré yo.

— ¡¿QUE MIERDA CON ESTO?!

Hice una mueca y alejé el móvil de su cara. Ambos estábamos igual de sorprendidos.

— ¿Dónde está el ladrón que lo mato?

Luke entró a la habitación pateando la puerta. Perfecto, ahí vamos otra vez. A la mierda con la puerta por segunda vez en el día. ¿Por qué ambos hermanos son idiotas? ¿Acaso hay alguno de ellos que sea inteligente y no se le dé por patear putas puertas de los demás? Seguramente no.

Luke llevaba un vaso de agua y una pastilla en su mano izquierda. ¿Qué fue lo que les dije hace un momento? No importa que no le haya dicho la estupidez que él quería, simplemente lo dijo para joderme, sabía que él iba a traerme la pastilla. En su otra mano lleva una pistola. Sin duda acá podemos ver cuál de los dos tiene más neuronas. Si hubiera un ladrón, el bate de Max podría haber servido de ayuda. En cuanto a Luke, esa pistola de agua no iba a servir en nada, simplemente para hidratar al ladrón.

— Oh, no hay ladrón, ¿verdad? —ambos negamos con la cabeza.

Estos dos eran tal para cual, hacían siempre las mismas estupideces. Luke se quejó y dejó el vaso de agua encima de la mesa de luz. Paso por encima de mí y se recostó entremedio de los dos. Esto me hacía acordar a cuando éramos más pequeños y nos quedamos así simplemente para disfrutar de la compañía del otro. Siempre que hacíamos esto era cuando teníamos algunos problemas, y algunas veces a los tres no nos gustaba contar lo que nos pasó, así que hacíamos completo silencio y nos quedábamos así. Era pura tranquilidad, ninguno hablaba, hasta que ese pacto se rompía por alguno de estos dos que hacían sus tonterías.

— ¿Por qué gritaron? Espero que no sea por lo del screemer que les mandé—soltó una carcajada llevándose una golpiza de parte de Max—. ¡Ay!

Lo voy a resumir de la mejor manera posible.

— Ayer tomé mucho—me senté en la cama y los miré a los dos—. Al parecer tome tanto como que termine haciendo una locura como comprar una casa en el campo.

Max me arrebata el móvil y antes de mostrarle el e-mail a Luke vuelve a leerlo. Su cara de dolor al ver el precio de la casa era la misma que puse yo cuando la vi por primera vez.

— ¡¿PERO QUE MIERDA CON ESTO?! ¡¿$60000?!

Coloqué mi mano encima de mi cabeza ante el grito de Luke. No sé qué es más raro, el hecho de que los tres hayamos dicho lo mismo al ver el e-mail o que estos dos estén aquí y no se estén peleando.

Max refregó sus ojos mientras dejaba salir un gran bostezo. Se nota que apenas se despertó.

— Yo no te diré nada mala respecto a lo de la compra, ya que es algo fantástico—fruncí el ceño. Luke asintió con su cabeza de acuerdo con su hermano—. Piénsalo bien, Abby, desde muy pequeña siempre quisiste una casa en el campo alejada de la ciudad. ¡Por dios, mujer! Acabas de cumplir tu más grande sueño—hice una mueca y asentí. No sabía cómo sentirme respecto a esto—. Solo esperamos que cuando te vayas a vivir allí nos lleves contigo—dice mientras se levantaba de la cama. Alcé una de mis cejas y lo miré incrédula—. ¿No nos llevaras contigo?

— Claro que no—dije y le arrebaté mi móvil a Luke.

Los dos se quejaron un poco decepcionados. Es cierto, mi meta desde muy pequeña siempre ha sido comprarme una casa en el campo, pero la única condición era no estar rodeada de nadie. Los soporté varios años, incluso vivo con ellos, ¿saben lo irritable que es estar con ellos todos los días, semanas y meses? Demasiado. Tal vez permita que vayan conmigo, pero no a vivir conmigo, porque después se terminaran comiendo toda mi cómoda, y yo terminare enyesada otra vez. Lo único que hare es permitirles alguna que otra visitita, y que se queden algunos días.
Acabo de decir que no sabía cómo reaccionar ante toda esta mierda, pero casualmente ya estoy planeando si voy a dejar que vengan a la casa del campo o no. Excelente bipolaridad, Abby.