Cᴏʀᴀᴢᴏ́ɴ ᴅᴇ Hɪᴇʟᴏ ✔©

• ᴄ ᴀ ᴘ ɪ ᴛ ᴜ ʟ ᴏ ᴠɪɪɪ •

Me encontraba desparramada en la cama lamentando el haber tomado como una maldita loca ayer por la noche. Debería encontrar otro método que me haga olvidar de mis problemas. Como dije toda mi vida, esta forma de querer olvidar mis problemas no era nada buena. Pero no podía negar que en cierto modo era divertido.

Afuera está completamente soleado, y sin duda parecía ser un día para salir a caminar con amigos. Es una lástima que los únicos amigos que tengo están en el sofá como unos vagos mirando la televisión, y Mindy... bueno, después de que me dijo lo que paso con Scott no hemos hablado más. Sé que, si nosotras no nos hubiéramos peleado, ella ya estaría en la puerta de mi casa junto con un canasto de comida y una sábana para hacer un picnic con este día tan soleado. Si hay algo bueno de nuestra amistad sin duda es eso, los tontos momentos de mierda que pasábamos juntos.

Por dios. Sentía que iba a vomitar en cualquier momento. No podía mover ni un centímetro de mi cuerpo, porque si llegaba a hacerlo seguramente recree la escena del exorcista al sentirme tan mareada. Miré a mi izquierda donde está mi celular situado encima de la mesa de luz. Estiré mi brazo e intenté agarrarlo. No me quedaba de otra que intentar que Luke o Max vinieran hasta mi habitación para ayudarme.

Desbloqueé el móvil y busqué el número de Luke entre mis contactos. Dudo mucho que vaya a levantarse del sofá para poder ayudarme, pero valía la pena el intento.

— Hola, mi am...

— Si, lo que tu digas, Luke—pongo el móvil en altavoz y lo dejo encima de mi pecho—. Ayer tomo como una maldita hija de perra, así que, tráeme una maldita pastilla.

Necesitaba algo para calmar este insoportable dolor de cabeza.

— Podría, pero debes pedírmelo bien. Suena como si me estuvieras obligando.

— Es exactamente lo que hago—el resopló—. Luke, estás haciendo que me irrite y que me duela mucho más la cabeza.

— Vamos, querida Abby, dilo—suelta una pequeña risa—. Tienes que decir lo siguiente, así que empieza anotando en algún lado. "Querido Luke de mi vida, hermoso, divino, corazón, guapo, sexy, lindo, dios griego, beautiful, pretty, único e inigualable, ¿podrías traerme una pastilla para el dolor de cabeza? Por favor, Lukcito lindo. Te quiero".

Si dijera todo eso, no me quiero imaginar cuantas veces me trabaría, y cuantas veces vomitaría.

— Antes de decirte todo eso prefiero morir. No voy a perder mi dignidad. Gracias por tu ayuda, idiota.

Llamada finalizada.

Maldito idiota.

Estaba muy equivocado si creía que yo diría todas esas tonterías para subir su ego. Sin embargo, Luke es muy bueno conmigo, así que en menos de diez minutos el estará en mi puerta con una pastilla y un vaso de agua. Y lo más probable de todo es que, se quede conmigo hasta que me sienta bien, y lo más probable es que yo lo eche para no oírlo roncar como cerdo.