Capítulo treinta y cuatro.

3.6K 231 15
                                    

La noche anterior había sido genial. La musica se escuchaba por todo el vecindario y era genial. Parecía de esas fiestas que hacen los de mi instituto, súper grandes y divertidas. Lo malo era que la fiesta era hasta una temprana hora —para los adolescentes—.

Recuerdo a todos vestidos con colgantes de flores, vinchas {la verdad es que no sé si así se les dicen en sus países. Es como un plástico, aunque puede ser de otro material y puede tener adornos. Una vincha es como un adorno para la cabeza, es como difícil que salga porque llega de una oreja a otra y tiene un poco de presión. En fin, sigo}, sombreros muy divertidos, antifaces y muchas cosas.

Las luces a partir de las 10:00 se apagaron y así permanecieron toda la noche, hasta 2:30. O bueno, aun lo siguen porque nadie se levanto a encerderlas y yo tampoco.

Mire la hora de mi reloj, al lado mío. 10:34. ¿Tan temprano era? ¡Pensé que había dormido hasta más tarde! Que desepcion.

Baje a desayunar, no sin antes tomar una ducha y vestirme con algo que me mantenga caliente el día entero. Abajo me encontré con todos, con rostros de zombie. En especial Fressy, que era la que mas dormía y siempre tenia que dormir como más de 12 horas, solo porque ella lo habia dicho.

Mi padre apareció por la puerta de la cocina, diciendo que debíamos ir a la sala, donde estaba el árbol y buscar nuestros regalos.

Todos como niños pequeños salimos corriendo, mientras nos chocabamos para ver quien llegaba primero a tomar su regalo. Al llegar todos caimos frente al árbol, provocando nuestra risa.

—¡Mio! —exclame, mientras lo tomaba—. De Fressy...

Todos nos habíamos regalado cosas entre si, a nadie le faltaba regalo. Ni siquiera a Beagle o a mi nuevo perrito, que mi padre me había regalado. Este no era de raza, ya que estaba abandonado por esa razon y yo lo quería. Lo había visto un día que mi padre me llevo a el instituto. Ahora Beagle tendría un nuevo amigo; Tommy.

Fressy me había regalado un libro, que decía todo lo de nuestra amistad y también junto a una carta que ella me escribio. Daph me regalo unos tacones hermosos con tachas que me enamoraron. Jack me había regalado una blusa que había visto un día que habíamos salido junto a Daph al centro comercial. Jacob me regalo también una blusa donde decía "Jassy shipper" las letras por dentro tenían fotos de Fressy y el. Claire me había regalado unos jeans, que a los lados, tenia como abierto por moños, junto a una camisa. Chad me regalo un bolso hermoso de color marrón claro.

Y aún, me faltaba el último regalo. El de Nash.

Lo tome con cuidado, era una caja cuadrada baja y angosta. Deshice el moño con cuidado y quite la tapa. Mis ojos se abrieron, al igual que mi boca. Era el vestido que había visto junto a el, un día que fui a ver vestidos. Debajo había una nota, que decía;

¡Feliz navidad, princesa! ¿Recuerdas cuando me dijiste que no querías que te comprara el vestido? Fui igual y te lo compre así que aqui esta.

Es para nuestra próxima cita, el Sábado. Pasaré por ti a las 20:00.

Abrace a Nash, asombrada. Amaba ese vestido y lo mejor, era que Nash me lo había regalado. Definitivamente este es uno de los mejores regalos que recibí en Navidad.

Sin dudarlo, lo besé y escuche a todos pronunciar "aw", hasta a mi padre.

She's perfect » Nash Grier Donde viven las historias. Descúbrelo ahora