Pokémon Edición Gris

Prologo - Pérdida

Hace 5 años vivía con mi madre y mi padre. Mi padre era un hombre de negocios y siempre se tenía que ir llendo de viaje en viaje. No se porqué pero yo siempre creí que se traía algo malo entre manos. Muchas veces pasaban los Growlithe de la policía por nuestro recinto, supongo que la policía también se sospechaba algo. También recuerdo que mi padre era un excelente entrenador, y, muchas veces Koga venía a visitarnos. Yo, por mi parte, nunca me interesaron los combates hasta aquel día.

Ese día fué el comienzo de todas mis pesadillas. Mi padre estaba de viaje, como siempre, parecía un dia normal. Me fuí a dormir y, en mitad de la noche, mi padre entró por la ventana, . Me dijo que nos volveríamos a ver, y que yo era el único que podía suplantarlo. Justo después sacó a su Rhydon destrozó una pared me cojío entre sus rocosos brazos y de un salto salimos de casa, la cual estaba siendo quemada. Una vez bajo vi a muchos Pokémon combatiendo, mi padre sacó un Gengar, uso Hipnosis contra mí, y solo recuerdo despertar en un hostal, junto a la pokéball de Rhydon. Ya no estaban ni mis padres, ni nadie. Estaba solo, solo con él, con Rhydon. Volví al recinto de mi casa, y estaba todo quemado, destruido, y todo rodeado de Policías. En ese momento supe que debía hacerme entrenador Pokémon a toda costa y encontrar a mi padre para pedirle explicaciones...

Los 4 años siguientes me los pasé pensando en que había podido suceder. Brock, el líder de gimnasio de mi ciudad, me adoptó y cuidó hasta que aprendí a vivir por mi mismo .Solía entrenar conmigo. Aún recuerdo el primer combate que hicimos juntos. Brock de primeras me sacó un débil Geodude, el que suele usar en sus combates de gimnasio. Yo saqué a Rhydon. El verlo delante mía me hizo recordar a mi padre combatiendo. Ya había combatido muchas veces contra Pokémon salvajes, así que debilitar al Geodude fue muy fácil, ni siquiera nos rozó.

- Tienes mucho potencial chico, pero seguro que aun tienes mucho que aprender. Me dijo Brock. Justo seguido me sacó a un gran steelix con aspecto desafiante. 

- Espero que ese logre tocarnos. Dije yo desfiante.

Rhydon me miró con mirada decisiva. Seguro que el esperaba ansioso un combate contra un rival digno, ya que desde que me lo dió solo habíamos combatido contra Pokémon salvajes y entrenadores principiantes.

- Tu primero. dijo Brock.

Rhydon en ese momento empezó a correr hacía Steelix. - Derribo contra su cola!! le ordené. Gracias a ese movimiento logré tumbar al Steelix. Lo cual hizo que todo el campo temblara. Creí que tal caída hubiera hecho que el Steelix se debilitara un poco, pero no. Vi a brock reírse. 

- Atadura!! Le ordenó Brock. Acto seguido el Steelix se agarró fuertemente a mi Rhydon. Me quedé bloqueado. No sabía que hacer. Siempre acababa ganando mis combates por fuerza bruta, y no por estrategia. Le grité que se intentase deshacer de él, pero todos los intentos de mi Pokémon eran fallidos. Todas sus extremidades las tenía cojidas, no sabía que hacer, miré la cara de Rydhon, estaba esperando mi orden con decisión y yo se la tenía que dar. También vi su cuerno, y ya supe lo que tenía que hacer.

-Perforadorr!!! 

Rhydon empezó a perforar la cola de Steelix, y se vió obligado a soltarse. Acto seguido le dije que le cogiera de la cola y que con toda su fuerza lo lanzara lo más lejos posible para que así no se volviera a agarrar. Rhydon así lo hizo y lo estampó contra el lateral del gimnasio haciendo que la pared se rompiera. 

- Tienes muy bien entrenado a tu Pokémon, me dijo mientras se reía. 

El Steelix se volvió a levantar y lo noté un poco cansado, al igual que mi Rhydon. Los cuatro estábamos totalmente concentrados. 

- Rhydon, evita que te coja y metele todos los Mega puños posibles, no puede defenderse si tu esquivas sus embestidas!!! 

Rhydon fué decidido hacia el. Le metió el primer Mega puño. Toda la tierra que había por el suelo salió volando acompañado de un fuerte viento. Cuando la tierra se disipó pude ver a Steelix en el suelo, pero con una sonrisa en la cara. Mi Rhydon también sonrió. 

- Roca afilada! - Dijo Brock. 

En ese momento un montón de rocas afiladas fueron lanzadas como proyectiles hacia mi Rhydon. Él lo bloqueó con sus puños, pero, si que noté que lo hirió bastante, pese a no ser muy eficaz. 

-Jajajajja, veo que aguanta bastante tu Pokémon, pero debo acabar con esto. Trituraar!!!

En ese momento el Steelix se aproximó rapidamente hacia mi Rhydon, pero, yo sabía lo que había que hacer.

-Salta, y megapuño en su cara! 

Rhydon, de un gran salto alcanzó su cara y logró asestarle un potente puñetazo que hizo que se estampase contra el suelo. 

- No te rindas!! Has aguantado mucho más que esto! Agarrate una vez más, rapido!!

El Steelix en un abrir y cerrar de ojos se agarró una vez más al Rhydon, que intentó resistirse en vano. 

Antes de que le dijera que usara perforador el Steelix de Brock usó Dragoaliento a máxima potencia, haciendo que mi Rhydon se debilitara mucho. Casi no se podía levantar, pero lo consiguió. Eso le sorprendió mucho a Brock.

- Acaba con esto. Cola ferrea! 

"Mi Rhydon no tiene fuerzas para esquivarlo, debo enfrentar el golpe" Pensé. Así que ordené que hiciera un último y decisivo Mega Puño. Las dos fuerzas chocaron, haciendo que el suelo que tenían bajo sus pies se rompiera y se alzara una vez mas una gran nube de humo. 

Los dos Pokémon estaban en el suelo, parecía que ninguno se fuera a levantar, pero finalmente, el Steelix se levantó, haciendo que Brock fuera el vencedor de el combate. Metimos a nuestros Pokémon en las PokeBalls y Brock vino corriendo hacía mi con una gran sonrisa en la cara.

- Steelix es mi mejor Pokémon y se lo habéis hecho pasar bastante mal. Me dijo

-Muchas gracias, pero no hemos ganado, en un combate solo cuenta la victoria. Lo que pase entre medias no importa.

- Para nada! Yo llevo casi toda mi vida entrenando Pokémon y tu con un par de años casi has logrado igualar a mi Steelix! Como lo has hecho para entrenar tan bien a tu Pokémon?

- Fué un regalo de mi padre, antes de que me dejaran, solía combatir mucho con este Rhydon y no se por qué la noche en que se marchó lo dejó conmigo.

Brock me preguntó por mi familia y yo le conté todo lo que sabia hasta ese momento. Se le ocurrió que si me hacía entrenador Pokémon podría buscar a mi padre por toda la región y preguntarle el por qué de mi abandono.