Seis

34 7 0
                                    

Casi se me caen las cajas de pizza al suelo al escuchar el comentario tan fuera de lugar de Yoongi, Taehyung no dio un paso más y solo agachó la cabeza, sólo escuché como decía apenas en un hilo de voz:

—Creo que fue mala idea venir, noona.

Dejó las pizzas en una de las mesitas de la entrada y se iba a marchar, yo solo me quedé congelada sobre mis propios pies hasta que Namjoon salvó la situación, siempre siendo el más sensato de todos los del grupo:

—Alto, Kim. —Se paró y tan rápido como pudo llegó a tomar del hombro a Taehyung —Es mi casa —Dijo mirando asesinamente a Yoongi —Y todo el que traiga es bienvenido, pasa.

—Kim, ven vamos. —Le dije recobrando mi voz y tomándole del brazo.

Todos se habían quedado en silencio hasta que Jungkook se puso de pie para poner música en la tv desde YouTube.
Me senté en donde estaba antiguamente y Kim, el, ocupó el lugar de Jimin...
Yoongi trató de decirle que no se atreviera pero Nam lo tranquilizó y le dijo algo al oído que nadie escuchó.
Por suerte, al escuchar Closer de Chainsmokers en la tv, todo se tranquilizó, todos siguieron riendo y aunque no fuera el ambiente de Taehyung, trató de integrarse a la charla.
Todos comimos y bebimos.
Pronto llegó Hoseok que como siempre había sido el alma de la fiesta, llegó con más botana y hamburguesas para compartir, a Kim se le iluminaron los ojos al ver que eran de Carl's Jr, al parecer, Hoseok era al que más confianza le tenía pues enseguida lo saludó y le tendió una de las grandes.
Platicamos de cómo nos estaba yendo con el trabajo de teatro hasta que claro, a Yoongi se le ocurrió una gran idea:

—Eh, hay que festejar porque noona esta aquí con nosotros. —Sirvió chupitos de soju para todos, incluso, le había servido a Taehyung.
Kim lo negó porque alegó que no toma ni una pizca de alcohol, traté de decirle a Yoongi que yo lo bebía por el pero el dijo que Taehyung debía hacerlo.

—¡Vamos, Kim! Eres hombrecito, un chupito no es nada. —Dijo Yoongi dándole santa palmada en el hombro a Kim que casi se lo disloca.

—Yah, Yoongi-ah, ha dicho que no quiere, déjale en paz. —Dije negando con la cabeza.

—Kim, hazlo, festejemos que eres parte del equipo de danza. —Intervino Hobi que no tenía ni idea del jueguito de su hyung.

Pude sentir la presión que ejercían sobre el moreno, así que sin muchos ánimos aceptó beberse el trago de soju de una, Yoongi lo festejó y a continuación rió a carcajadas al ver como Kim se ahogaba por el alcohol que escurría por su garganta y por el gran ardor que sentía.

—Kook ¿podrías regalarle agua? —Jeon aceptó y enseguida le trajo un vaso de agua a Taehyung quien rápido lo bebió para segregar la mezcla.

Yoongi sonrió victorioso hacia mi y yo le miré de mala gana.
La noche transcurrió así, un Min Yoongi presionando a Taehyung para que siguiera bebiendo, ya todos estábamos un tanto ebrios, menos Yoongi, y yo, aunque entendiera aún la situación, ya estaba mareada.
Kim ya ni siquiera parecía estar en sus cabales, creo que el pobre se había ya bebido tres o incluso cinco botellas de soju, había dejado a medias la hamburguesa y reía y decía cosas sin sentido al aire.
Estaba molesta.
Yoongi mañana me las iba a pagar.

Me puse de pie como pude y tomé a Kim de los brazos:

—Vá-vámonos ya, e-ess tarr-de —Le dije arrastrando claramente las palabras.

Kim negó pero al final cedió y se puso de pie, ni siquiera nos despedimos de nadie, solo salimos del apartamento y nos dispusimos a bajar con pesadez las escaleras.
Ya estando afuera, sentimos el aire frío de invierno en nuestras caras, ambos nos miramos y reímos de la nada. Caminamos así por las calles, hasta que llegamos a una zona abandonada, no medimos el peligro.

—Ki-Kimmm cr-creo que vamos en lllla di-dirección equivocada. —Reí y le golpeé el hombro, el rió de vuelta y se sentó sobre un cacharro de auto que estaba detrás de nosotros, yo lo seguí y me senté a su lado.

—No-noonnnna —Me dijo —E-eress m-muy bonita ¿sa-bías? —Hipó.

De pronto, el ambiente se acaloró, si antes el aire era frío ahora solo sentía bochornos, a lo mejor era a causa del alcohol pero Kim me miró fijamente, con esos ojos almendrados y felinos que tanto le caracterizaban, al principio no le aguanté la mirada pero cuando la alcé el seguía ahí, mirándome y yo, vi en sus ojos los ojos de Jimin, de mi amado.
Me puse de pie, me paré frente a el, hice que abriera sus piernas para quedar entre ellas.
Miramos nuestros labios y entonces, me lancé a ellos. Era obvio que Kim jamás había besado a nadie antes, lo supe por la torpeza con la que movía la boca pero a pesar de esa inutilidad inocente al besar, podía sentir que eran tibios y que sabían amargos por el alcohol. Pronto, el se adaptó a mi movimiento y correspondió al beso, tenía las manos pegadas al metal, se las tomé y las coloqué en mis caderas, se tensó pero pronto delineó mis curvas con sus grandes dedos.
Rompí el beso para atarme el cabello con una gomita y así darle paso a mi cuello, el se acercó y aspiró el perfume que quedaba aún en mi piel y dejó un sutil beso en la zona:

Hueles a vainilla —Dijo —ese perfume lo podría reconocer aún estando muerto.

Ignoré sus palabras.
Me alejé de el, con lentitud fui quitando la chaqueta que lo cubría, lo dejé en camisa y coloqué mis manos por debajo de esta, sentí su abdomen mis manos, el se asustó un poco y me miró con ojos abiertos como platos:

—Esta bien, Kim.

El tragó duro y a continuación agregó:

Necesitaba que me tocaras hace mucho, Bonnie.

Fui alzando de poco a poco la tela blanca, quedó a la luz su piel morena desnuda y con ella un montón de cicatrices, tanto en el abdomen como en los brazos, mi boca formó una gran "O" y la cubrí de inmediato con mis manos, entendí aún sumergida en el éxtasis y en el alcohol que esa era la razón por la que Kim siempre llevaba camisa de manga larga y por la que en quinto grado cuando el profesor de educación física le dijo que quitara la sudadera que lo adornaba el se puso nervioso y se echó a correr a vestidores causando expulsión y que no apareciera por casi tres días seguidos.

Ambos, de repente habíamos vuelto a nuestros cinco sentidos, ya no estábamos ebrios, el efecto del soju desapareció.

—¡No debiste hacer eso! —Dijo poniendo de nuevo su ropa y apuntándome con el dedo —¡Quítate! —Me aventó e hizo que cayera al suelo de espaldas, yo aún sorprendida lloré, las lágrimas caían por mis mejillas, Kim de fue corriendo dejándome ahí tirada. No sabía qué hacer, caí en cuenta que había dejado el móvil en el piso de Namjoon así que sin más volví hasta allá corriendo, con las lágrimas en los ojos y con barro en los pies.

Llegando allá toqué con desespero hasta que Yoongi me abrió:

—¡Na Bong, carajo! —Gritó histérico al ver mi estado —¿¡Qué te pasó!?

Se echó a un lado y me dejó pasar, cerró la puerta y yo lloré en sus brazos:

—Ki-Kim y y-yo, Yoongi. —Lloré más fuerte y el me sostuvo con fuerza.

Voy a matar a ese imbécil.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Aug 22, 2018 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Last SummerWhere stories live. Discover now