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—necesito usar tu baño —anunció claramente, dando ya grandes zancadas para salir de la cocina.
—claro, jungkookie. puedes usar el que esta en la sala de estar.
eso era correcto. yoongi tenía un segundo baño en la sala de estar.
la mente de jungkook estaba trabajando para inventarse alguna excusa, se decidió por lo primero que se le ocurrió.
—no me gusta el baño de la sala de estar. tiene mosaicos amarillos.
yoongi parpadeó.
—¿huh?
—odio el amarillo, irrita mis ojos —mintió, mordiéndose la boca interiormente mientras los ojos de yoongi se ensanchaban por la reciente afirmación, obviamente interpretándolo como algo más.
jungkook se dio cuenta de su recién cabello teñido, parpadeó como un faro de advertencia.
demasiado tarde.
—oh —murmuró silenciosamente, tapando con sus manos su rubia cabellera. —um, es s-solo un baño. el de mi cuarto como que no está funcionando bien...
maldiciéndose a si mismo, abrió la boca para disculparse.
y se escuchó un muy fuerte golpe qué provenía de adentro de la puerta del cuarto que estaba cerrado.
jungkook se congeló.
yoongi se congeló.
luego, el castaño se estaba moviendo, dirigiéndose directo a la puerta.
—¡jungkook! —comenzó —¡n-no creo que sea buena idea!
pero jungkook gruño, ignorando sus protestas.
—¡jungkook! —siseó, alarmado.
—¡es hombre muerto!
silencio.
—¿qué?
—¡nadie te toca! ¡te lastimó!
yoongi estalló —¡no puedes hacerlo! ¡él es dulce e inocente, no era su intención hacerlo!
