Capítulo 5. "Nos volveremos a ver pronto, Simmons"

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Afuera todo sigue exactamente igual, nada fuera de lugar había cambiado, el mismo clima de esta tarde. Pero algo sí ha cambiado, que ni siquiera llegué a imaginármelo y solo lo tomé como tontas fantasías, y esas fantasías, se hicieron realidad. Las emociones que recorren cada pequeña partícula de mi cuerpo, son inexplicables y estoy feliz de lo que ha sucedido, nunca me arrepentiré de esto.

Mi respiración ya se había calmado hace un buen rato, aunque mi cuerpo seguía ardiendo y deseaba cruzar todos los límites. Ninguno de los dos hablaba, estábamos acostados en la cama mirando el techo y contemplando la lluvia caer.

Las últimas palabras que había dicho, no han parado de repetirse una y otra vez en mi cabeza, dejándome inquieta, ansiosa de saber cúal sería el siguiente paso.

Para ser sincera, nunca antes me había acostado con un hombre desconocido y que apenas conocía. Justin fue la excepción de ese límite. Crucé la línea con él, una sensación liberal invadía mi interior en éstos momentos, y demonios, se siente tan malditamente bien.

Desde pequeña solía ser extremadamente obediente, ya fuese en mi hogar, en la escuela o en algún lugar público, nunca me he comportado de una manera exagerada. Y esta noche no quiero comportarme de esa manera, quiero liberar todo lo que he guardado durante años, dejar salir mi fiereza interior.

Ser salvaje y provocativa, sin limitarme absolutamente nada. Quiero hacer todas las cosas salvajes con éste hombre, quiero ser dominada y ser dominante, disfrutar como jamás antes lo he hecho y sentirme en el universo.

Infiernos que lo haré. Sacaré mí yo interior salvaje y sin límites, una muy diferente Shantal Simmons.

—Justin —le llamé. Tan solo habían pasado quince minutos de haber tenido uno de los mejores orgasmos de toda mi vida.

—¿Sí? —respondió, volteando su cara para mirarme mejor. Mordí mi labio pensado en las palabras adecuadas para expresarme.

—Quiero... quiero —balbuceé. Carraspeé mi garganta, tomando una pequeña bocanada de aire. —Hacer cosas nuevas —completé la oración.

Él frunció el entrecejo sin entender muy bien lo que acababa de decirle, creo que sonó más como una petición. Estoy segura de querer experimentar nuevas cosas, ya estoy cansada del típico sexo; aburrido y poco pasional.

—¿A qué cosas nuevas te refieres, Shantal? —preguntó un tanto confuso.

—Uhmm, pues a lo que estamos haciendo —lamí mis labios. —Estoy cansada de lo mismo y me gustaría... aprender cosas nuevas. Como hace un rato, eso fue fantástico —murmuro. Una sonrisa perversa se asomó por sus labios y el iris de sus ojos se volvió completamente oscuro.

—Con muchísimo gusto lo haré —se acercó a mis labios peligrosamente, rozándolos con los suyos. —Pero quiero estar seguro de lo que estás pidiéndome, no quiero lamentos, sería una decepción.

Lo miré a los ojos con intensidad, indicándole que con él quiero hacer hasta lo inexistente, él examinó mi mirada y entendió la seguridad que transmitía. No esperé un segundo más y me senté en su estómago, atacando con salvajismo sus labios e inmediatamente él siguió mi ritmo, tomando con fuerza mi nuca y profundizando el beso.

Apretó mis caderas mientras introducía su lengua en toda mi cavidad bucal y exploraba cada parte de esta, gemí en medio del beso y jugué con su cabello, dejándolo aún más despeinado. Mordisqueó mi labio inferior, succionándolo y lamiéndolo sutilmente, éste hombre sabe cómo besar y hacer que cualquier mujer se vuelva adictiva a sus malditos y deliciosos labios.

Bajé hacia su cuello, pasando mi lengua por la parte baja de su oreja y succionando despacio, haciéndole un pequeño pero visible chupetón. Quería dejar mi huella, para que cuando se mirase al espejo se acordara de mí y de nuestra noche.

Desconocido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora