Capítulo 44

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Lunes por la mañana.

Se que muchos dicen "Hey, es lunes, lo odio"

Pues yo también.

Y es que... ¡solo dormí 4 horas!

Además de que como el innombrable, no, lamentable no es Voldemort, ya no forma parte de mi rutina no fue en mi busqueda a la comisaria así que la única persona que se apareció con el abogado de la familia fue nada más y nada menos que mi madre.

Decir que se enojo sería poco, estoy segura que quería estrangular a cada persona en esa pequeña celda, ya estaba escuchando su discurso sobre como los chicos habian perdido la poca confianza que les dio y como la había decepcionado con mis actos.

Pero no llegó.

Si bien nos reprimió a todos con una charla sobre el futuro y como afectarían tantos arrestos en nuestros archivos fuimos a dejar a cada uno a sus casas para que luego mi madre les diera una pequeña sonrisa y murmurará un gracias que dejó a todos congelados.

¡Mi madre les dijo las gracias!

Debo decir que dude de que ella fuera la verdadera hasta que llegando a casa el tacón volador me alcanzó.

Si, mi madre ya dejó atras la chancla.

—¡Madre!

—¡Madre mis....! ¿En que pensabas?

—Creí que no estabas enojada...

—Solo porque ahora no pareces a punto de morir no quiere decir que te voy a pesar todo —contradijo mi progenitora cruzada de brazos.

Si, todo un argumento, cabe decir que al ser la una de la madrugada no estaba del todo consiente.

—Madre... ¿puedes regañarme mañana? —pregunte en un tono adormilado, el solo pensar en estar a unos pasos de mi cama me daba más sueño.

Lo último que recuerdo fue a mi madre regañarme de pasada antes de enviarme a dormir.

Estoy segura que hoy me esperaba un castigo.

—¡Julieta levantate!

Debía ser broma.

Gruñi contra la almohada cuando mi puerta fue abierta de parte en par, ¡Solo quería dormir!

—Julieta, arriba, es tarde maldicion.

—Son las cinco...

—Son las 7:10

Y eso chicos fue una cachetada para mi.

Creo que sentí el aire abandonar mis pulmones de lo rápido que me levante, pase de largo a Fer mientras tomaba un chort del monton de ropa que había tirado ayer junto con la primera playera que vi para luego correr hacia el baño.

—¡Mi alarma no sonó!

—¿Cómo va sonar si rompiste tu celular?

Gruñi al escuchar a Rafael mientras me daba un baño que más bien consistió en tirarme agua y shampoo a la vez para luego vestirme sin secarme.

—¡Julieta!

—¡Voy!—tome la mochila sin revisar si llevaba las libretas del día para luego bajar las escaleras rumbó a la cocina donde mi padre puso una quesadilla en mi boca mientras seguia corriendo.

—¡Fos femos! —logre articular mientras corría al auto de Fer.

—Hasta que llegas —nada más entrar Fer encendió el auto y salió de rumbo a la escuela mientras yo devoraba mi desayuno— ¡Ya son 7:30! Estoy en problemas, terminaran despidiéndome, viviré en la calle...

Tu No Eres Mi Romeo Ni Yo Tu Julieta [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora