Llegada Inesperada

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POV VICTORIA

¿Por qué se tardaran tanto en bajar?, ¿será que…? no, imposible, ¡ellos no pueden estar juntos! ¡Sebas es mío!…. bueno no es mío, pero tampoco es de Val, además, él me beso y dijo que hablaríamos, seguro me dirá que yo también le gusto y seremos muy felices, seguro solo están hablando o Val se cayó y mi amor la está ayudando, si, seguro es eso, pero también está la posibilidad de que estén juntos, a él le gusta ella, pero Vanesa es mi amiga y no le parara, sabe que a mi me gusta y no hará nada para hacerme sufrir…

-¿hola?...- me despabile y vi a la muchacha pelirroja que estaba con mi amiga, parecía preocupada, pero amigable a la vez...

-hola…. ¿qué sucede?, ¿necesitas algo?

-no,  todos está bien, las muchachas descansan y se ven felices…- le sonreí y volví a mirar el final del túnel, aun no bajaban, ¿Qué estarán haciendo?...- ¿te preocupa algo?

-no, bueno si, es complicado- agache la cabeza y ella soltó una pequeña risa

-¿Qué es tan gracioso?- yo estaba pasando por un problema emocional y ella se reía

-tu situación…- la mire sin entender, esto no era gracioso...- a ti te gusta ese muchacho que vino contigo en el bote, ¿no es cierto?

-¿tanto se me nota?...- esto era vergonzoso

-solo un poco…te diré algo, si de verdad lo quieres, no dejes que nada ni nadie te quite esa oportunidad- se levanto y se fue

Repetí sus palabras en mi mente un par de veces, si eso era cierto, Val era una amenaza, ¿debía eliminarla?...no, ella es mi amiga, no puedo hacer eso…escuche un golpe y era Val cayendo, hizo un gesto de dolor hacia su tobillo y me acerque ayudarla

-ven, te ayudo…-le extendí la mano y se levanto, casi se cae pero la tome y ella se recargo de mi hombro, en eso bajo Sebas, se veía tan bien, su cara, su cabello alborotado, todo él era perfecto, no me prestó atención y se dirigió a Vanesa

-¿Qué te paso?

-no es nada tranquilo, debe ser un musculo nada mas…

¡¿Es que acaso yo era invisible?!

-ven, siéntate para verlo – Val se soltó y se sentó cerca de una piedra, mi querido Sebas la miraba y cuando tomo el tobillo y lo movió hacia un lado, Val soltó un pequeño grito, mi hombre torció una sonrisa y luego hablo

-lo tienes torcido… ¿lo puedes mover?

-no, me duele…

-bueno...- la miro un momento pensativo y luego formo una sonrisa- creo que tendré que hacerme cargo de ti hasta que volvamos a casa…

La IslaWhere stories live. Discover now