Por siempre...

Beso Expuesto

Quise buscarlo, pero en realidad no sabia por donde empezar, una semana después de su partida, la casa se sentía vacía y la rutina comenzó a ser un dolor para mí, y para Andrea.

–Él siempre me hacía reír, él siempre me cuidaba – me contaba Andrea mientras la llevaba a su practica de violín.

–Lo lamento Andrea, no se como encontrarlo, y mucho menos sé algo de él, parece como... – me detuve en ese momento, estaba siendo imprudente y muy insensible, no podía contarle como me sentía a Andrea, no podía preocuparla mas de la cuenta.

–Si se lo hubiera tragado la tierra. – finalizo ella.

Por unos segundos quedamos en completo silencio las dos, mientras esperábamos la hora de entrada a su práctica.

–Te prometo que lo voy a encontrar, te lo juro por mi vida.

Mis palabras salieron de mi boca antes que las pudiera detener, en realidad llevaba días queriendo decirle eso a ella, pero nunca había encontrado la oportunidad de hacerlo. La verdad era que, trataba de no decirlo por temor a no cumplir la promesa. Por mas que yo tuviera el deseo de encontrarlo había un pequeño inconveniente, y era que en esta época con todo lo que hay para encontrar personas, así también es más fácil hacer a alguien desaparecer.

Quería llorar, no sabia que hacer, pero no podía darme el lujo de ser débil en este momento.

–Celeste ¿puedo preguntar algo?

–Si claro, ¿Qué quieres saber? – parecía algo importante.

–¿Tu quieres a mi hermano, en verdad lo quieres? – su pregunta fue un golpe duro, y también confuso. En realidad, en ese momento no sabía que responderle, podía ser contraproducente contarle todo lo que sentía por su hermano, pero, también era malo no ser sincera con ella; esta niña tenia el don de ver a través de ti, si mentía, ella lo sabría.

–¿Supongo que hablas de que si lo amo? La respuesta es que no lo sé. Digo, tu hermano fue un cretino al inicio, pero resulto ser alguien que me protegió cuando me sentía sola, y sin ayuda.

–Si, ese es Daniel, no le gusta ver como otros se aprovechan o le hacen daño a alguien.

–Si así es – aunque en ese momento se me vino a la cabeza ¿Cómo podía ser amigo de alguien como Andrés, si le molestaba que otros abusaran de otros?

–Se lo que piensas – me dijo Andrea, faltaban solo 10 minutos para que iniciara su práctica – ¿Cómo Daniel era amigo de Andrés? Supongo que por lo mismo; según me conto mi hermano, Andrés es tratado muy mal por su padre, no como el nuestro que nunca esta, sino que cuando llega a ver a su hijo, lo único que le dice es lo inútil y tonto que es, y de vez en cuando lo golpea.

"¡Por Dios!" me dije, y me sentí muy mal por pensar que era solo un niño rico y malcriado. Puede que hubiera mucho más detrás de alguien abusivo.

–Pero no evadas mi pregunta – con esta niña no podía darme el lujo de bajar la guardia.

Pensé un rato mas la respuesta, solo faltaban 5 minutos para su práctica.

–La respuesta sigue siendo no lo sé, no puedo decirte con seguridad lo que en verdad siento por tu hermano, digo, mírame, soy 12 años mayor que él ¿Eso no te molesta?

–No, la verdad creo que cuando dos personas se quieren no importa la edad, si no mira a Ana y a mi padre.

Fue una respuesta bastante sabia, y tenía razón, cuando dos personas se aman no importa la edad, era algo que yo misma creía hasta que conocí a Daniel.