Un Corazón Abierto

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No tenía la menor idea de cómo iba a hacer para entrar a la casa de su amigo, por lo que sabía era un chico rico de igual manera entonces debía tener una casa gigantesca y segura, tal y como lo era la mansión.

Tenía la dirección gracias a Theo, al menos me ayudo con eso. Mientras llegaba me daba cuenta de todas las casas grandes y maravillosas que había alrededor, debía de ser increíble vivir en una de ellas. Yo tenía a la mansión, pero estas casas eran hermosas, mientras pasaba por ellas, me preguntaba como sería ser parte de esas familias, que se sentirá que alguien se preocupe por ti no importando que suceda. Debe ser una sensación muy cálida.

Cuando llegue a esta fortaleza (no había otra palabra mejor para describirla) casi muero al darme cuenta que colarme por este lugar iba a ser una tarea titánica. Las cosas se complicaban y todo gracias a un chico malcriado y consentido. Tal vez había recibido una decepción, pero ¿Era para tanto? Digo, yo he pasado por cosas peores y no es que trate de hacer menos lo de él, pero a veces me pregunto si no esta siendo demasiado dramático.

Observo el muro, tratando de ver una forma de pasar por él, pero parece que toda la seguridad fue hecha justamente para eso, para que nadie la traspase.

"Mierda" pienso, en realidad tendré que usar el último recurso que quería tener que utilizar. Tocar el timbre de la puerta principal, esto era malo por dos razones; primero iba a alertar a Daniel que estaba ahí, y segundo, podían escoger no dejarme entrar y así acabaría mi misión.

Pero era arriesgarme o simplemente quedarme afuera hasta que en algún momento saliera Daniel. En realidad, no era mala idea, solo que si sucedía que no salía en un par de días (que podía pasar) entonces yo estaría atrapada en las afueras de una casa de ricos, algo que no sería muy bien visto por los vecinos y acabaría arrestada por allanamiento. Nop, de igual manera debo de tocar el timbre.

Lo hago y en un segundo una voz sale por el altavoz de la entrada de la verja gigante que impide el acceso a la casa.

–¿Quién es? – pregunta la voz del otro lado.

Pasan uno segundos antes que quiera hablar, pero antes que lo haga otra voz sale por el intercomunicador

–¡¿Qué haces aquí?! – pregunta la otra voz, sabia de quien era esa voz, era Daniel.

Pero antes que pudiera intentar contestar nuevamente colgó y me quede con cara de estúpida tratando de pensar si iba a salir o me iba a dejar ahí. "Cuanto odio a este chico" pensé, realmente se convertía día con día en una molestia que trataba de comprender, pero a veces, como ahora, quería matarlo.

Suspiré y me quedé fuera esperando a que pasara algo, pero luego de una hora, me di cuenta que no iba a salir. "Maldito niño consentido" le dije dentro de mí.

Pero de pronto, unos chicos salieron de la casa a duras penas pudiendo caminar, esta era mi oportunidad, con esa borrachera no se iban a dar cuenta. En el segundo que pasaron la puerta yo fui tras ellos y la detuve antes que se cerrara; y fue así como logré entrar. Ya una vez dentro busque la puerta principal de la casa, estaba llena de chicos adolescentes borrachos. Entro por ella empujando a uno que otro chico o chica.

Busque por el primer piso a Daniel, tratando de localizarlo entre el montón de chicos, había lugares donde estaban besándose algunos, otros estaban tirados en algunos rincones. No era una escena linda de ver, la verdad me sentía bastante incomoda de estar ahí, no era que no hubiese ido a otras fiestas, pero esta las superaba a todas por mucho. Era demasiado... obscena y morbosa, una clara fiesta de niños ricos.

Mientras lo hacía percibí una discusión cercana a donde yo estaba, una de las voces era claramente la voz de Daniel, por lo que fui directamente a donde estaba pasando todo. Entre empujones y andar pidiendo permiso logré llegar a donde estaba la discusión, y ahí estaba, Daniel como siempre muy iracundo. Se notaba que algo malo iba a suceder si nadie detenía al chico que insistentemente le decía una y otra vez a Daniel que Ana era la sucia amante de su padre, una mujer aprovechada y frívola, en palabras de los chicos "Una zorra"

Por siempre...Onde as histórias ganham vida. Descobre agora