CAPÍTULO 46

2.2K 118 51
                                    




           

- ¿¡Nada de nada!?

Le doy un mordisco a mi pizza, mi pizza de la cafetería de la escuela.

Explicaré que pasó para que me entiendas: después de llegar a la cabaña, ¡nada pasó! Solo nos alistamos para salir al otro día. El otro día es hoy. Y, como la mejor amiga que es Car, no dudo en preguntarme que había pasado.

Mastico lentamente viendo los ojos de mi mejor amiga. Niego.

- ¿¡Entonces nada de sexo!? – grita ella sorprendida - ¿Nada de sexo duro contra el muro? ¿lento contra el pavimento? ¿macizo contra el piso?

Casi me atraganto con mi pizza -Car, se discreta ¡Por favor! Y, no, nada de lo que dijiste pasó.

Pasa por mi mente la primera noche que llagamos a la cabaña.

Yo. En toalla. Theo encima mío.

Car hace un puchero.

-Pero yo quería acción – dice cruzándose de brazos – exijo un rembolso, ¡de inmediato! Con interese y todo.

Suelto una carcajada - ¿Por qué querías acción? No serías tú, sería yo.

Car me fulmina con la mirada y niega con la cabeza con rapidez.

- ¿No entiendes? Es como si yo lo estuviera viviendo, Abs, eres mi mejor amiga.

-Vale, vale, lo entiendo – digo dando otro mordisco. Luego suelto una risa - ¿Rembolso, en serio?

Car se encoge de hombros y agarra la pizza de mi mano. ¡Mi pizza!

- ¡Eh! – protesto.

Le da un mordisco – extraño a Teph, no puedes culparme por interesarme en tu vida amorosa.

Asiento y luego le arrebato mi pizza, ella me fulmina con la mirada, pero no hace nada al respecto.

-Si te consuela – empiezo a decir, mordisqueando mi pizza de peperoni – Theo dijo que le gustaba.

Car abre la boca demasiado sorprendida. Alegría y demás emociones cruzan su cara. Pueedo apostar que esta planeado hasta nuestra boda.

El hecho de que Theo haya dicho que yo le gustara no significaba que íbamos a ser algo. Pff, ni que yo quisiera...

¡Oh, vamos, April! Pensé que ya habíamos pasado por esta época de negación, tú le gustas y él te gus-

Mi habladora conciencia fue callada con la llegada de una nueva bandeja a nuestra mesa.

La cara de Teresa apareció.

-Te extrañe, April.

- ¿Lo hiciste? – no pude evitar preguntar.

Car me dio un golpe con su pie debajo de la mesa.

-Sí, tonta – dice Tere con una mezcla de acentos.

Era como si ella hubiese nacido en Carolina del sur, pero se hubiese mudado, y el acento de aquí se le hubiese pegado, pero aún tuviera algunos toques de su acento natal.

Le doy otro mordisco y me concentro en mi pizza.

- ¿Cómo lo haces? – habla de nuevo Teresa, mirando mi pizza.

-Así no lograras que te de, eh – digo masticando.

-No, no – se corrige – digo, comes pizza, hamburguesa, y demás cosas, pero no te veo engordar.

Trago – claro que sí engordo.

Tere niega con la cabeza – si yo comiera eso – señala mi pizza – el día de mañana tendría medio kilo de más; pero a ti parece que comer no te afecta.

Separados por una pared [#LEA1] #CarrotAwards2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora