CAPITULO 3

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Al despertarme tenía dos media lunas debajo de mis ojos gracias al idiota que siguió tocando anoche.

Salí de mi nueva habitación, hoy no tengo que ir al colegio, es algo así como el día del profesor o no sé qué mierda. Hay algo que no entiendo ¿Por qué el día del profesor no vamos al colegio pero cuando es el día del estudiante sí? Cuestiones de la vida, supongo.

Llegue al comedor y allí estaba sentada toda la familia, tomé mi asiento y allí estaban mis pancakes servidos.

-Se ve que no dormiste mucho ¿Eh? – Me molestó mi hermano. Agarro un pan de mi plato y no tuve tiempo de quitárselo.

-Se ve que quieres tu habitación de vuelta ¿Eh? – Su cara cambió drásticamente.

-Ya chicos cálmense – Dijo mi padre que estaba leyendo el periódico. Rodé los ojos y comí mi desayuno.

Al terminar lleve mi plato a la cocina, mi hermano estaba detrás de mí.

-Te escuché anoche – Me tensé.

-¿Ah, sí?

-Deberías dejar de hablar tanto con tus amigas porque no me dejas dormir.

Solté un suspiro de alivio al ver que él no escucho que hablaba con la persona del otro lado de mi habitación. Entonces me pregunté ¿Él nunca lo ha escuchado?

-Eh... sí, aja – Deje el plato allí y corrí a mi habitación.

Al entrar cerré la puerta y me recosté en ella. Como no dormí bien anoche tenía un sueño del demonio. Me tumbe en mí cama y cerré los ojos.

Pero como la vida me odia...

Música empezó a sonar al otro lado de mi pared y empecé a estresarme. ¿Es qué no tiene vida propia?

Me levanté de nuevo y fui a la pared. La golpee, aunque esta vez más suave debido a que mi familia estaba despierta en casa.

-¡Oh, no!

-¿Ahora qué? – Me respondió la misma voz de ayer a través de la pared.

-¿Te puedes callar? – La música subió un poco más de volumen. - ¡Hey, que te estoy hablando!

Escuché que unos pasos se acercaban a mí del otro lado - ¿No tienes algo más interesante que hacer, Chihuahua?

-Claro que sí, y es dormir entonces calla esa música para que yo pueda hacerlo.

-Estoy aburrido, entonces lo único que puedo hacer es escuchar música.

-¿Y por qué no te vas a jugar al parque o yo que se?

Una risa se escuchó del otro lado - ¿Y por qué no vienes a jugar tú conmigo?

-Idiota.

-Ya me lo han dicho antes.

Ruedo los ojos y me alejo de la pared. Al parecer hoy dormiré en el sofá. 

Separados por una pared [#LEA1] #CarrotAwards2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora