Capítulo 18: Declaraciones

140 3 0
                                    

Me disponía a coger el móvil para llamar a Niall cuando comenzó a sonar, me sobresalté y observé la pantalla con preocupación. Era un número privado. Contesté con un hilo de voz y mis peores presentimientos se cumplieron.

-       ¿Sí? No, no hay problema. Bien a las cuatro de la tarde estaré allí.

Cuando levanté la vista mi madre me observaba expectante.

- Era la policía. Quieren hacerme algunas preguntas más esta tarde.

 Intentaba a duras penas aparentar tranquilidad pero las piernas me temblaban como si fuesen de gelatina. Las preguntas se agolpaban en mi mente. ¿Para qué querrían interrogarme de nuevo? ¿Habría recordado algo la señora Adela?

-       Tranquila cariño, ¿por qué no te sientas?

Dijo mi madre, a la que no podía engañar con mi pésima actuación.

-       Esto se acabará pronto, ya lo verás. Cogerán a ese ladrón y todo volverá a la normalidad.

Pero yo no estaba tan segura de querer que llegasen al fondo de todo el asunto.

Quería con todas mis fuerzas creer en la inocencia de Zayn, pero al único que había visto allí aquella noche era a él. Incluso había bromeado sobre si se dedicaba a atracar bancos, ya que el dinero del que disponía no era normal para alguien de su edad.

El sentido común me gritaba que todo le hacía parecer culpable aunque mi corazón se negase a admitirlo. Y si era culpable, yo había encubierto a un delincuente.

El resto de la mañana la pasé en el sofá haciendo zapping y enredando con el móvil, no podía concentrarme en nada. Decidí posponer la conversación con Niall. En aquel momento claramente no estaba en condiciones de prestar ayuda a nadie.

Apenas probé bocado a la hora de comer. Tenía el estómago completamente cerrado por los nervios, aunque me disculpé achacándolo a las secuelas de la gripe. Creo que mi madre no se lo creyó pero prefirió seguirme la corriente.

Después de comer decidí llamar a Ana. Realmente no tenía muchas ganas de hablar con nadie pero se lo debía. Había estado pendiente de mí en todo momento y no se merecía que yo la ignorase como si nada.

Hablamos de cosas sin importancia hasta que le comenté lo de mi cita con la policía.

-       Huy, ¿no sabes el rumor que corre por el pueblo? Está en boca de todos.

-       Pues no he salido mucho últimamente, repuse con ironía.

-       ¡Claro!, ¡Qué tonta! Pues todo el mundo dice que han identificado al ladrón, que el vecino que lo vio dice que ahora se ha dado cuenta de quien es.

Me quedé muda de la sorpresa. Al ver que no le respondía Ana siguió hablando.

-       Aún no han detenido ha nadie pero todos dicen que es.., ¿preparada?

-       ¡Dios!, ¡Suéltalo de una vez!, le grité.

-       Calma, calma… Pues todo apunta a tu amigo Zayn.

-       Son rumores nada mas, acerté a decir casi balbuceando.

-       Pues es lo que dicen y ya sabes el refrán “cuando el río suena, …”

Por suerte mi madre me llamó para ver si estaba lista para irnos. Me despedí rápidamente de ella, no sin antes prometerle a Ana que en cuanto llegase le contaría las noticias.

Salimos con tiempo de sobra así que llegamos mucho antes de la hora a la que nos habían citado. No paré en todo el viaje de darle vueltas a lo que mi amiga me había contado.

¿Qué querrían?, ¿Qué les dijese si había visto a Zayn allí aquella noche? No estaba segura de cuanto tiempo más podría mantener mi versión.

Quizás lo mejor sería decir la verdad y que de una vez buscasen al verdadero ladrón. Pero culparle a él era la opción más lógica. Lo detendrían y ya no buscarían a nadie más.

Por otro lado, yo le había encubierto y eso también era un delito.

La cabeza estaba a punto de estallarme. Me bajé del coche como un autómata y vi una figura familiar entrando en la comisaría, creí que mi imaginación me estaba jugando una mala pasada.

Sacudí la cabeza en un intento negar lo que acababa de ver. Era imposible, ¿qué iba a hacer él allí? Esto ya era demasiado.

UNA BROMA DEL DESTINO - ONE DIRECTIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora