Capítulo 9: Ahora de fiesta y luego más fiesta

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Como el pueblo se llenaba de juventud en verano, el Ayuntamiento había decidido celebrar el Carnaval en estas fechas y ya se había convertido en uno de los eventos más importantes de la temporada. Venían de los pueblos cercanos y había muy buen ambiente.

Yo como siempre no tenía disfraz aún, no se como me las arreglaba. Llamé a Ana, ella tenía un montón de otros años y quizás alguno me podía servir. Quedé con ella para por la tarde y me puse a ordenar un poco la casa antes de comer.

Por un segundo se me pasó por la cabeza ir a hacer unos test pero eso ahora era una bobada, implicaba usar el ordenador de Zayn y no quería ni tocarlo.

Cuando limpié la mesa donde estaba me lo quedé mirando y sentí una punzada de rabia recordando todo lo que había pasado, así que lo tapé con unos papeles para no verlo.

Después de comer me fui a casa de Ana, me imaginaba su cara cuando le contase lo sucedido. La veía con el dedo en alto diciéndome  “Ya te advertí que no te fiases de él, ¿te lo dije o no te dije?”.

Respiré hondo y pique al timbre. No habían pasado ni diez minutos desde que había entrado en su cuarto cuando su madre la oyó gritarme “Ya te advertí….”.

Pasada la bronca al fin nos pusimos a escoger disfraz, tenía de todo tipo. De bandolera, de pirata, de gallina … Finalmente me quedé con uno de pirata y ella con uno de egipcia.

Entre una cosa y otra se nos hizo bastante tarde. Ella ya estaba bastante recuperada pero prefirió no salir de casa para no recaer y poder ir a la fiesta al día siguiente así que me quedé a dormir allí, la verdad es que no me apetecía estar sola.

El día de la fiesta amaneció totalmente despejado, es lo que tienen las tormentas de verano, como vienen se van y eso es justamente lo que yo quería para mi vida. Dejar atrás mi particular “tormenta de verano” y divertirme como nunca.

Nos levantamos tarde y después de desayunar fui a casa para ducharme y cambiarme de ropa. En el camino de vuelta pasé por delante de la casa de Zayn y no pude evitar echar un vistazo pero pude distinguir a nadie a través de los cristales ni en el patio.

Quizás se haya pasado por mi casa para buscar su portátil y yo no estaba, pensé. Pero ¡qué demonios!, ¡qué se fastidie!, no pienso estar pendiente de él. Mañana me acerco a su casa, se lo doy al primero que abra la puerta y en paz. Ya no tendré que ver más su estúpida cara.

Por la tarde fuimos toda la banda a la piscina y la verdad es que me lo pasé muy bien. Conseguí olvidarme por un rato de lo ocurrido el día anterior.

Ana no dejaba de darme la vara con que Niall aprovecharía la oportunidad para acercarse de nuevo en la fiesta y que tenía que decirle que sí de una vez. La verdad es que estuvo encantador y cariñoso, supongo que ella tenía razón.

Lo único que me amargaba un poco era la posibilidad de encontrarme con Zayn  en la fiesta. En la piscina me sentía segura ya que él nunca iba. Según me había comentado en una ocasión, sus amigos preferían ir a un complejo de ocio en un pueblo cercano que era mucho más grande.

Nos fuimos sobre las ocho de la tarde. Una vez en casa me puse el disfraz, me maquillé y fui a buscar a Ana, esta vez di un rodeo para no pasar por la casa de Zayn. No quería fastidiarme la fiesta antes de empezar.

Ana no estaba preparada aún, algo habitual en ella y tuvimos que salir corriendo porque llegábamos tarde donde habíamos quedado con los demás.

Llegamos las últimas, todos estaban haciéndose fotos y partiéndose de risa con los modelitos de cada uno. Niall venía de Batman, Julia de esqueleto, Ruth de sirena, había incluso un grupo de pitufos con su pitufina.

Fuimos a pedir algo de beber y nos pusimos a bailar. Ni rastro de Zayn y sus amigos, todo era perfecto.

UNA BROMA DEL DESTINO - ONE DIRECTIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora