6 - En tu mirada (+18)

Capítulo 6 (Maratón III)

(POV JARA)

Esa noche me costó dormir, me quedé pensando en el beso durante bastante rato hasta que por fin concilié el sueño.

Me desperté sobresaltada por una pesadilla, sentía que alguien me estaba observando. Levanté la vista y me estremecí. Era Zeus, pero parecía mucho más mayor. Él me miraba sin decir nada, levantó una ceja con ese aire de superioridad de los Gotti, de repente sonrió, abrió su boca y pude ver una cascada de sangre salir de él.

Grité como una loca a la vez que se esfumaba el viejo Zeus. Pocos segundos después las luces de mi habitación se encendieron y mis padres estaban allí. Mi padre me cogía la cara entre las manos buscando que lo mirase a los ojos, pero estaba tan traumatizada por la imagen que no podía. Mi madre estaba apoyada en el marco de la puerta con cara de preocupación.

—¿Estáis todos bien? —Ante la voz de mi abuelo salí del trance en el que me hallaba y lo observé.

Se notaba que había saltado de la cama, solo llevaba unos bóxers blancos y su pistola en la mano. Dios, prefería estar en mi trance nuevamente. ¿Quién quiere ver a su abuelo de esa guisa?

Iba a hablar, pero decidí callarme seguro que me tomaban por una loca.

—Estoy bien solo ha sido una pesadilla. —Mi padre se me quedó mirando a los ojos con el ceño fruncido y seguidamente miró a mi madre que asintió y se llevó a mi abuelo.

—¿Qué ha pasado Jara?

—Nada papá, estoy bien solo ha sido una pesadilla. Puedes irte.

—Está bien, pero por qué no me la cuentas. —Suspiré. No quería hablar del tema, pero sabía que si no se lo contaba no me dejaría en paz.

—Era Zeus, pero mucho más viejo. Me observaba, de repente sonreía y le salía sangre por la boca. —Asintió, pero veía su rostro preocupado. Mi padre me creería, ¿no? — Papá, no estoy segura de que fuese una pesadilla. Cuando me he puesto a gritar ha desaparecido como por arte de magia.

Mi padre se frotó la cara con las manos. Parecía que quería contarme algo.

—Quizás no fuese una pesadilla cielo. Mi familia, la familia de mi madre mejor dicho... tiene la capacidad de ver fantasmas. ¿Te acuerdas de la serie esa? Entre Fantasmas, bien pues esos son los fantasmas que vemos, pero aquellos que se han quedado aquí nunca vuelven a esa luz. A quien has visto podía ser tu bisabuelo, el padre de Tony.

Me quedé pasmada. Algo sabia, pero pensé que eran historias que me contaba mi padre cuando era pequeña.

—¿Y qué hago? ¿Estoy condenada de por vida a ver fantasmas malvados? ¿Qué hago para evitarlos? —Estaba nerviosa, me negaba en rotundo a pasar por esto más veces.

—No solo hay fantasmas malos, también hay buenos. La abuela Gotti también está por aquí, pero no se lo puedes decir a nadie solo es un secreto entre tú y yo. Si quieres hacerlos desaparecer cierra fuerte los ojos y cuando los abras ya no estarán.

Tras esa conversación mi padre se marchó, todavía algo preocupado. Cuando estuve segura de que ya no volvería encendí la luz. No estaba segura de poder dormir después de esto con la luz apagada.

Tenía miedo, pero a la vez sentía curiosidad. Me moría de ganas por conocer a las demás personas, bueno fantasmas, que había por la casa., no obstante, decidí esperar no creía poder soportar más sobresaltos de este tipo esta noche.

Intenté dormir ya que mis ojos pesaban del cansancio, pero en cuanto los cerraba me venían pesadillas y no podía dejar de pensar porque se me habría aparecido el viejo Gotti. Por lo que sé mi abuelo y su padre no tenían buena relación, bueno nadie tenía buena relación con Don Vito Gotti. Todos lo odiaban porque había tratado a su esposa.