CAPITULO 40

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Lunes, siete de la mañana, ya habían vuelto todos a Madrid. Las tres chicas volvieron a compartir piso mientras que, los chicos, se fueron a vivir a la casa de Troy. El despertador de Camila sonó, tenía que ir a trabajar, así que se dispuso a levantarse de la cama, con cuidado de no despertar a Lauren.

- ¿A dónde vas? –Preguntó Lauren, quien sí se había despertado-

Sonrió y se volvió a recostar a su lado- A trabajar –Dijo, llevando sus manos a la cara de Lauren-, pero es temprano, tú sigue durmiendo

- ¿Por qué no finges estar mala y te quedas aquí conmigo? –Sonrió, sin ni si quiera abrir los ojos-

- Ojalá pudiera, pero tengo que ir a trabajar a las tres estoy aquí, ¿vale? –Lauren asintió con la cabeza- Te amo – le dio un corto beso en los labios y, ahora sí, se levantó de la cama-

La pelinegra no tardó ni dos minutos en volver a quedarse profundamente dormida. Hasta que, al cabo de dos horas, se despertó a consecuencia de la luz que entraba por la ventana. Salió del cuarto y, en cuanto lo hizo, alguien le dijo:

- Buenos días, ya era hora de que te levantaras.

Lauren se sobresaltó, miró a su lado y se dio cuenta de que era Ally.

- ¿Te asusté? –Preguntó ella, riéndose- Perdóname

Se rió- No me acordaba de que estabas aquí

- Ya, me di cuenta –Se rió-, dejé preparado café, si quieres puedes tomar un poco –Le ofreció, caminando hasta la cocina-

- Detesto el café Ally, pero gracias –Se rió, abriendo la nevera-

Se sentó en la mesa, mirándola desde allí- Mila se va muy temprano a trabajar, ¿no?

- Así es y encima se trae trabajo a casa algunas veces -Sirviéndose un vaso de zumo- La verdad es que yo me siento mal, ella se pasa el día trabajando y yo simplemente me quedo aquí mirando la tele no es justo –Dijo, dirigiéndose ahora a prepararse unas tostadas-

- ¿Todavía sigues con eso? Mila es muy feliz así, no hay más que verla

- Pues sí, sé que es feliz, pero también tiene que estar cansada y yo no hago nada por ayudarla -Sentándose en frente de Ally-

- ¿Cómo que no? A mí me ha contado que la tratas como a una reina, le preparas todo los días la comida, la ayudas a hacer los presupuestos y nunca te quejas

- No sé, de cualquier forma creo que es injusto -Llevándose el primer bocado de tostada a la boca-

Estuvieron un corto tiempo en silencio, hasta que Ally dijo:

- Echaba de menos poder levantarme y no ver a tres hombres tirados en el sofá viendo la tele -Se rió

Se rió- Aún no sé como fuiste capaz de aguantar tantas semanas compartiendo casa con ellos

- Yo tampoco –Riéndose-

Nuevamente se creó un corto silencio hasta que, esta vez Lauren, preguntó:

- ¿Has hablado hoy con Troy?

Negó con la cabeza, respondiendo así a su pregunta- ¿Por qué?

- Por nada, tengo planeado llamarlo

- ¿Para qué?

- Ayer, en la playa, hablé con él y me dijo que iba a intentar salir a delante

- ¿En serio?

- Sí, pero bueno me lo ha dicho muchísimas veces, espero que esta vez sea en serio –Ally guardó silencio-, de todas formas no te preocupes, no tengo planeado traerlo aquí

Un Amor Inevitable 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora