❛Back to u❜ | ChangLix

II. 00:30 AM

I stop the time and go back to you.

In my book of memories, I open your page.

I am there inside. I am with you.

Miracles in December - EXO

Changbin siente la imperiosa necesidad de preguntarle a la nada cómo estará la persona que se adueñó, hace ya tanto tiempo, de sus suspiros atontados. Y es el todo quien le contesta que ya no es asunto suyo. Y él lo sabe, es perfectamente consciente de que ni siquiera debería pensar en él, que no tendría que estar suspirando, una vez más, cual idiota enamorado. Un momento, él está suspirando cual idiota enamorado, pero no es un idiota enamorado; él es simplemente un idiota. Pero igualmente lo parece, así que supongo que no importa.

Gira la cabeza en la dirección en la que se encontraba su guitarra. El instrumento reposa tranquilamente, mas en su mente parece estar diciendo <<a mi no me mires, yo no tengo nada que ver con tus problemas>>. Sacude la cabeza, negando para sí. La falta de sueño lo está matando.

<<Soy el mayor idiota que existe>>, piensa con pesar, sepultando su rostro bajo la almohada. Ha pasado más de un año desde que rompieron y aún no lo ha olvidado. Definitivamente es idiota. Pero como tampoco hace nada por olvidarlo, no tiene derecho alguno a quejarse de nada.

Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac.

Lo invade un extraño nerviosismo, una tediosa sensación que se hace hueco dentro de su corazón y se asienta allí. El incesante e insistente tic-tac del reloj azul de la pared continúa marcando la hora, pero a Changbin le suena como si le estuviera recordando una y otra vez que siguen pasando los minutos y él sigue estancado en el mismo punto que hace un año. Y de repente lo aborda una vergüenza que, aparentemente, no tiene ningún sentido. Pero en el fondo sabe, y debe reconocerlo, que sí es consciente de su significado, y ese no es ningún otro que la vergüenza que le da saber que, a pesar de que Felix lo tiene muy seguramente más que superado, él aún no ha sido capaz de avanzar. Continúa preguntándose a sí mismo qué es lo que le impide caminar hacia delante, mas esa respuesta se la da él mismo: <<Sabes que te cambió. Aunque parte de eso sí sea tu culpa.>>. Y sabe que lleva razón, porque sencillamente es verdad.

Desfilan ante él, como pavoneándose de la felicidad de antaño, los recuerdos y los buenos momentos. Changbin se dedica a contemplarlos, nostálgico, y a sonreír cuando recuerda un chiste gracioso de Felix; a reír donde antes ya lo hizo, como la vez que fueron a comer helado y un perro callejero se comió la bola de vainilla de Felix y él, como buen novio, compartió el suyo tras reírse en su cara de su desgracia; a cerrar los ojos y dejarse llevar por la añorada sensación de sus dedos recorriendo su espalda, disfrutando plenamente del estremecimiento que acompañaba siempre a la caricia; a llorar de nuevo al recordar aquella tarde de noviembre que tanto desea borrar de su memoria, a la que siempre acaba regresando; a preguntarse dónde han quedado todos los besos, las caricias, las noches abrazados y las escapadas a escondidas de sus padres

<<¿Dónde estará ahora Felix?>>

Pero de esa pregunta prefiere no obtener respuesta, porque si está ahora mismo en brazos de otra persona, sabe que acabará aún más roto de lo que ya se encuentra.

En lugar de pensar en qué estará pasando en su vida en ese preciso instante, se decanta por seguir recordando.

...

En un momento como ese, una noche como esa, Felix fue a su ventana. Habían tenido su primera pelea desde que habían empezado a salir, y ambos estaban muy asustados de que el otro quisiera dejarlo, pues en ese momento esa opción era incontemplable para cualquiera de los dos. Tampoco había sido una pelea de gran magnitud, pero como hasta entonces todo había sido como caminar en un campo florecido de rosas y margaritas, temían que fuera el final. Por suerte, ese no lo fue; el verdadero final llegaría más adelante. Y sería por una razón que nunca antes concibieron. Pero como ahora estamos en un momento que deriva entre lo feliz y lo triste, eso no tiene importancia.