La reina de hielo

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Elsa había amanecido algo cansada pero era por no haber dormido bien, pero nunca dormía bien tan sólo dormía dos horas y esto era si es que Kristoff la ayudaba a cuidar el reino, cuando el ahora padre de su hijo se iba a recoger hielo y pasaba cuidando al niño, Alberto, tenía los ojos de Elsa y el cabello de Kristoff, cuando recién había nacido tenía el cabello blanco como el de Elsa pero ya tenía tres meses, y el cabello rubio.

Elsa caminaba por el vestíbulo para bajar a desayunar, ayer se había dormido tan cansada que ni había visto a su hijo, Kristoff y la nodriza eran los encargados de cuidar al niño, Elsa ni le paraba mucha bola al niño pero el sería el rey de Arendelle, todo su esfuerzo no sería en vano, el sacrificio de Anna valió la pena.

Elsa caminaba pensando en lo grande y fuerte que sería su hijo, pero ¿Tendría poderes? No lo sabía decir, por que ella nació con ellos pero Alberto, es el rey y punto, no importa nada ya sea si tiene como no tiene, él sería fuerte, inteligente y mejor aún si tiene poderes, sería imparable pero si Anna tenía algún hijo y este regresaba, vendría a buscar guerra y el reino.

Su majestad- interrumpió sus pensamientos, el mensajero -llegó una carta del puerto, y tiene un sello que ambos conocemos- entrego un sobre con un sello de las islas del sur, la expresión de Elsa cambio rotundamente, y abrió desesperamente el sobre, cuando leía su expresión cambiaba aún más, al final arrugó la carta y se la entrego al mensajero. Corrió hasta su habitación y ahí estaba Kristoff cargando a su hijo cantándole una vieja canción de cuna.

Kristoff, Anna está de vuelta- Elsa corrió a los brazos de Kristoff, este aturdido preguntó -¿cómo puede estar de vuelta? ¿Dónde estaba?- Elsa se dio cuenta que Kristoff no sabía lo que le había pasado a su hermana así que le contó todo con lujo de detalles esperando que él la perdone -como pudiste hacerle algo así a tu hermana, es tu hermana- Olaf estaba entrando pero se detuvo y escucho toda la historia.

Kristoff, si Anna vuelve nos quitara el reino a todos, y Alberto se quedarás sin nada- Elsa estaba desesperada, se sentó en el borde de la cama intentando calmarse pero simplemente no podía, sentía devastada cuando se levantó de la cama se desmayó, Kristoff la cargo y la acostó en la cama.

Olaf se topó con Kristoff en la puerta -escuche todo, Kristoff, Anna sería incapaz de destituir al hermoso Alberto- Olaf le había tomado mucho cariño al niño -no se quien es la mujer que esta acostada en esa cama, debemos hablar con Anna- Olaf argumento, que donde podría estar -no se, pero dicen que esta aquí- Kristoff caminaba apurado -la buscaré y tu Olaf cuida a Alberto mientras vuelvo- Olaf entró al cuarto a cuidar del niño.

Elsa se levantó pensando que era una pesadilla, pero no volvió a su pesadilla «donde está el imbécil de Kristoff» -haz visto a mis esposo- preguntó a Olaf -fue buscar a Anna- dijo «pero que idiota» pensaba Elsa mientras bajaba por las escaleras esperando encontrarlo ahí.

Y efectivamente lo encontró entrando al castillo -¿la encontraste?- gritó esperanzada Elsa «si la vi pero no tuve el valor de hablarle» -no- respondió Kristoff mientras subía abatido a la habitación -¿cuanto tiempo la estuviste buscando?- le preguntó Elsa desesperada «cuanto tiempo estuve tirada en esta maldita cama» -todo el día- respondió Kristoff.

Elsa, estoy cansado enserio- le decía Kristoff «y no tengo ánimos de soportarte» Elsa lo detuvo con las dos manos en el pecho -no entiendes, es que si ella te ve o alguien de los piratas de Hans, estamos perdidos- «yo estoy perdida, seguro y le perdona la vida a Kristoff» -nuestro hijo, lo mataría- «y me quedaría sin mi reino» -tienes razón, pero estoy muerto y es la hora de comer de Alberto, tengo que buscar a la nodriza- se desapareció Kristoff.

Elsa entró a su habitación y Alberto aún dormía «si escapó con mi hijo, podría volver con un ejército o mataríamos a los hijos o a Anna si es necesario pero nadie nos quitara por lo que derecho es nuestro» cogió a su hijo entre brazos y lo envolvió en las sábanas junto con todas sus joyas.

Mientras salía Kristoff la encontró -¿qué haces con mi hijo?- Elsa se lo aferro al pecho -es mi hijo, y lo voy a proteger de las intrusas- Kristoff se lo arranco del pecho y todas las joyas se regaron en el piso -¿a donde ibas? Por sí no sabes yo también contribuí, es mi hijo tanto como tuyo- Elsa estaba en el piso recogiendo las joyas, levantó la mirándolo con odio «solo te use imbécil» -quería un heredero, tu estabas rogándome con la mirada en la montaña, no perdí la oportunidad- Kristoff furioso -al menos me amaste- «jamás debí dejar a Anna, pero se lo voy a compensar» Elsa se levantó con las joyas en las manos «no, ni por un instante» -si te ame pero tenía que asegurar mi futuro,así que...-

Kristoff dejo a su hijo en la cuna y durmió, Elsa por su parte no pegó el ojo en toda la noche tenía que matar a Kristoff si era necesario, seguro que él ayudaría a Anna a lograr su estúpido cometido, lo envenenaría o mejor aún lo haría una estatua de hielo, la primera de su colección luego vendrían la de Hans, la de Anna y la de todos los que se metan en su camino.

Se contarían historia acerca de ella, sería historia,todos le temerían a ella y no se diga de su Alberto, juntos gobernarían el mundo después le buscaría una esposa, pero Alberto tenía que criarlo ella, no el fracasado de Kristoff «seré la reina de hielo y todos me temerán»

Frozen: Libre seré (Sin editar)Where stories live. Discover now