Pólvora, armas, y espadas

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Hans después de muchas expediciones al país de nunca jamás y llegando siempre completo y casi cuerdo toda la isla pirata lo respetaba, Hans aparte de guapo era rudo y fuerte, asesinaba a sus víctimas sin el menor remordimiento. A las mujeres y niños les perdonaba la vida cuando invadían ciudades, claro está que sus demás piratas no eran como él.

A las doncellas hermosas las llevaba a su barco y las seducía y luego se acostaba con ellas para más tarde dejarlas tiradas en diferentes islas pobladas.
Hans entra al bar de su preferencia y pide cerveza,sus marineros prefieren unas buenas botellas de ron.
Hans aunque pasó muchos meses con los peores piratas de toda la isla jamás había perdido su clase.

Había incluso entablado una amistad con el viejo pirata Garfio, su tripulación y la del capitán siempre llegaban a la isla pirata juntos, siempre zarpaban al país de nunca jamás juntos, Garfio para matar a Peter Pan y él para buscar el tesoro, claro esta que Hans también tenía cierta relación diplomática con Peter Pan y con los niños perdidos, el trato es que él no le dice a Garfio donde está y ellos lo ayudan a buscar el tesoro.

Siempre erguido y educado, Hans había encontrado su propio reino y tenía ya todo planeado para su siguiente expedición en busca del tesoro de nunca jamás pero para zarpar hacia nunca jamás debía conseguir dinero, y ya tenía el lugar perfecto al cual atacar... Arandelle.

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Pasaron algunos meses hasta que la tripulación de Hans saliera de la isla pirata hasta el puerto de Arandelle, para esta misión Hans contó con la ayuda de los capitanes piratas más furiosos y despiadados de toda la isla, su orden fue: roben,destruyan,maten y violen a quienes quieran pero a la reina Elsa la necesito intacta y con vida en mi barco.
Zarparon al amanecer después de tomarse casi todo el ron de la isla, Hans como siempre prefería la cerveza negra, aunque esta vez se tomó un barril entero, solo para embriagarse un poco, él siempre prefería salir al infinito con alcohol mezclado en su sangre, le daba un poco más de diversión a la vida.

Cuando tocaron los puertos de Arandelle y camuflados como barcos mercantes. Hans espero cuatro días, tres noches y a la cuarta noche salieron mientras la cuidad dormía, habían salido ocasionalmente ciertos piratas a comprar pólvora, armas, y espadas para cada marinero, otras veces solo salieron para divertirse un poco en las cantinas y prostíbulos del puerto.

La noche anterior al ataque Hans y Garfio habían prohibido todo contacto sexual y toda bebida alcohólica solo para ponerlos de mal humor y así tener más ganancias con este ataque, Hans quería ver Arandelle en ruinas y quería que Elsa fuera su prostituta personal, esa sería la venganza perfecta.

Los piratas e incluso los capitanes salieron a masacrar la cuidad, primero saquearon los prostíbulos y cantinas luego decidieron prenderle fuego a todo lo que se podía quemar y violar a toda doncella hermosa que veían, incluso a las señoras de mayor edad.

Pasaron varias horas hasta que cada pirata regresara con su primera parte del botín, ya sean joyas, muchachas, u oro pero ninguno venía con el botín principal, la reina Elsa, pasaron varias horas más hasta que dos capitanes de otros barco aliados la trajeron encadena.

La reina venía vendada los ojos, el cabello lo tenía congelado, no blanco como él se acordaba, sus vestidos si eran como los que el se acordaba, -su majestad, me haría el honor de sacarse las vendas porque de los grilletes se encargaron mis subordinados en quitárselos- le dijo mientras hacia una reverencia que nadie vería.

Cuando la reina se quitó la venda, Hans vio los ojos esos ojos verdosos y alegres Hans no lo podía creer... Era Anna, entonces eso que quería decir que el plan había ....
Hans salió corriendo a proa mientras gritaba emocionado -¡ leven anclas, alcen las velas, nos largamos de aquí !-
Un pirata de su confianza se acercó en discreto y le dio un cofre lleno de oro.

-se lo manda la reina Elsa- le susurro al odio.
Hans moviendo la cabeza como entendiendo lo que decía y sacando un collar y una cuantas monedas de oro del cofre, se las dio al pirata este se retiró agradecido.

... El plan había salido a la perfección.

Frozen: Libre seré (Sin editar)Where stories live. Discover now