마흔여섯

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forty-six; SMILE

Sus pies flotaban mientras balanceaba las llaves de la casa con su dedo índice, con el corazón cálido y su mente aclarada, Changbin abrió la puerta del café en el que trabajó Hyunjin.
Una amplia sonrisa y adorable se extendió por su rostro tan pronto como sus miradas se encontraron, y el chico más alto caminó hacia él.

Seo esperaba un abrazo pero decepcionadamente Hwang le quitó las llaves y las guardó. El castaño no podía ver pero sabía que un puchero había tomado el lugar de la sonrisa bonita que tenía el pelinegro.
Se detuvo en seco y miró a Changbin saliendo del café, con un adorable suspiro Hyunjin corrió hacia él, su mano tomó la impropia para poder voltearlo y así sus labios pudiesen posarse en la frente del contrario.
Con las mejillas enrojecidas y sus manos apoyadas incómodamente en la camiseta que llevaba Hwang, Seo sonrió tímidamente.

—Este es el último beso que te doy esta semana. –Susurró Hyunjin moviendo sus labios por el rostro del más bajo. –Necesitas algo de tiempo, ¿recuerdas?

Changbin puchereó pero asintió luego de aquello.

—¿Me esperarás? –Seo preguntó al adverso.

—Por supuesto que lo haré, pero mirándote, parece que es difícil para ti resistirme, ¿no? –Hwang sonrió maliciosamente.

—Lo es, como no tienes idea. –Confesó Changbin.

—Lo lograrás, estoy aquí para ti, esperaré, te ayudaré a pesar de todo. –Prometió el castaño dejando otro beso en la frente del pelinegro.

—Bueno, eso espero, tal vez este fue el último beso, ahora hay más. –Hyunjin rió y echó a Changbin de la cafetería, para que este se pudiese ir.

La sonrisa que llevaba Seo no desapareció por el resto del día.


"Sonríes, sonrío."

toilet roll ; ChangjinWhere stories live. Discover now