⭐ Una nueva historia ⭐

¿¡Cachorros!?

Desde ese día habían pasado varias semanas Inuyasha había vuelto a vagar por todos lados, sin tener un lugar al cual ir.

Se sentía algo deprimido ya que la noche en la que su hermano se le había declarado pasó algo más, se quedó dormido y al despertar él no estaba. Eso le hizo creer que lo único que buscaba era humillarlo aún más.

Unos malestares bastante extraños se habían intensificado con forme pasaban los días.

Sin darle importancia siguió con su vida normal.

Había escuchado que hace varios días Sesshomaru lo estaba buscando, pero no le daba importancia.

Cuando habían pasado 4 meses se le hizo imposible ignorar los malestares además de la inflación de su abdomen que cada verse hacia más notable y difícil de disimular.

Ahora estaba en una casucha que había conseguido hasta que ya no estuviera enfermo, se la pasaba en cama casi siempre si no vomitando todo lo que comía, una presencia conocida se acercaba y lo hizo despertar de su sueño.

-Aquí estás.. Inuyasha, te e estado buscando por todos lados

-Que coincidencia yo te estuve evitando por todos lados

- ¿Qué haces aquí?

-Estoy enfermo así que no podía quedarme por el bosque

-¿Enfermo? ¿Qué sucede? ¿Estás bien?  ¿Es grave?  ¿Hace cuanto estás así?

Cada pregunta se sonaba más preocupada que la anterior.

-Oye tranquilo.. No lo sé quizá no sea nada

-¿Cómo puedes decir eso? No estás seguro

Se sintió algo mal al verlo tan angustiado a su manera.

Se puso de pie y acarició su mejilla mirándolo con dulzura.

-Estaré bien

Sesshomaru de inmediato lo abraza encerrandolo en sus brazos para que no viera su rostro.

-Estaba preocupado...

-Lo siento..

-tranquilo.. Oye

-Sí?

-¿No haz engordado un poco?

Lo mira matandolo de mil maneras en la mente para después abofetearlo.

-Eres un grosero!  Y yo que iba a perdonarte por dejarme solo...

El mayor estaba en shock nunca nadie se había atrevido a golpearle pero no se quejó ya que se dio cuenta de que lo merecía por un comentario así.

-Lo siento..

-No pasa nada... Supongo que tienes razón... ¿Estoy gordo verdad? Y eso que apenas como...

-¿Qué?  No! No no no.. Sigues igual de bello que siempre, yo diría que incluso más! 

Inuyasha se rió un poco divertido.

-Gracias..

-Pero no creo que si estás mal deberías quedarte aquí...

-Tienes razón pero no tengo dónde ir

-Ven al palacio conmigo

-Pero.. No creo que sea buena idea.. Ya sabes "medio demonio"

-Eso a nadie le importa.. Además vas a estar conmigo

Después de una charla ambos salen de la pequeña casa pero apenas salieron el menor abrazó su abdomen quejándose de dolor.

-Inuyasha ¿estás bien?!

-D-duele... Un poco... Se siente extraño

-Oye no haz pensado que quizá no estés enfermo?

-No..., creo que es obvio

-No haz pensado que quizá... Estés.. En.. Cinta?