Capítulo 32

80K 5.8K 1K
                                    

Ya habíamos acabado y el tenía aquella boba sonrisa en el rostro.

—¿Por qué sonríes?— le pregunté mientras trataba de arreglar el vestido que rompí.

—Porque me llevó un recuerdo— él saca de su bolsillo mis bragas.

—Oh devuélveme eso— quise agarrarlo y mi intento de arreglo de vestido fallo dejándome semi desnuda de nuevo.

—Intercambiemos, me llevó esto— elevo mis bragas— y te doy mi chaqueta.

No tuve más opción que aceptar quedándome con aquella chaqueta inmensa de los Wolf.

—Solo quieres marcar territorio.

—Créeme yo no sería tan imbécil de dejarte sola en un parque de atracciones.

—Oh, pero tú no le traes un peluche inmenso— escuché la voz de Brooke detrás de nosotros, su reflejo había sido tapado por Connor, quien enseguida giro mirándola.

Ella tenía aquel lobo gigante de peluche en sus manos.

—Brooke él es Connor Colt, Connor Brooke mi cita— él tenía una mueca entre confundido y divertido.

—Hey grandulon no te robe a tu chica... aún — me guiño un ojo estrechándole la mano a Connor.

—Mierda lo siento, un gusto Brooke... nos vemos luego Meg— dicho esto dejo un beso en mis labios, lo que me tomo por sorpresa.

Ella me miró alzando sus cejas y mirándome. Sabía que me encontraba despeinada, con los labios rojos al igual que las mejillas. Sin contar el vestido roto que estaba debajo de esta chaqueta.

—Solo dime que fantaseaste conmigo mientras ese Adonis te enseñaba a rezar...

—Nunca lo sabrás— le dije mientras trataba de arreglar mi cabello— ¿y rezar?

—Pequeña zorra dime si no gritas ¡oh Dios!— dijo en un tono divertido sonriendo— te traje tu peluche — dicho esto lo tomo con una sonrisa inmensa—Vamos te llevaré a casa así puedes cambiarte... ¿Quieres ir a un bar en un par de horas?

—Claro... no tengo nada mejor que hacer.

(...)

Brooke me acababa de dejar en casa, por lo que entre con mi inmenso peluche, fui hacia mi habitación dispuesta a cambiarme.

Ni bien abro la habitación veo a Cord sentado en mi cama ojeando un libro.

Él me miró al instante, supe que sus ojos fueron inmediatamente hacia la chaqueta de Connor.

—Hey Cord— lo saludé sin ánimos de alguna escena, pero él no dijo nada.

—Debemos hablar— él estaba serio.

—Sí, dime — me senté en mi cama a unos centímetros de él abrazando mi peluche.

—Hable con Calvin sobre ti, sobre tus padres... Él conocía a tu papá Meg.

No hable, sabía que iba a decir, y me sorprendía que le llevara la contraria a Calvin.

—Tu padre Meg, no volverá, él falleció... y te digo esto para que no sigas esperándolo. Él te amaba, dio su vida por ti.

Ver como Cord trataba de hablarme tan bien, tan tranquilo me sorprendía, era como si no quisiera hacerme mal.

Mis ojos tenían lágrimas, saber que no lo conocería jamás me dolía.

—Gracias por decírmelo Cord— fui hacia él dándole un abrazo.

—Somos amigos ¿no?— aquello sonó tan frío.

—Los mejores— le respondí.

—No imagino a Connor dándote un peluche — esperaba que no hablara de aquello— ¿Sientes algo por mi hermano?— sabía que le dolía.

—Creo que comienzo a sentir algo, y no quiero lastimarte Cord— no le iba a ocultar aquello, ya no podía guardar secretos y menos a él que me conocía tan bien.

—Supuse que siempre seríamos solo tú y yo.

—Nunca fuimos solamente tú y yo Cord, me hubiera encantado, pero ambos sabemos que no me lo puedes ofrecer— él me abrazo fuertemente y escondió su rostro en mi cuello.

—Te amo Megara— parecía que el tiempo se detuvo después de que escuché aquello. ¿Me ama?

Siempre pensé que sería un sueño escuchar aquello de parte de Cord, pero ya no me generaba lo mismo, yo también lo amaba, pero no es ese amor que he leído, ese amor que te hace enloquecer solo con sentir el aroma de aquella persona, que con solo su tacto te vuelva vulnerable.

—Espere mucho lo sé pero quería que lo sepas...

—Yo también te amo Cord, pero tú solo eres una mitad incompleta, no se que es lo que te falta, pero siempre quisiste llenar ese vacío con cosas efímeras. Tú no estás enamorado de mí, solo soy lo único que te da seguridad cuando la necesitas, y siempre estaré para ti, pero ya no en la manera en la que solíamos estar.

Sus ojos grises me miraban, tan brillosos y vulnerables.

—Gracias por ser incondicional conmigo— ambos teníamos el corazón roto, pero sabía que necesitábamos aquello— no quiero rendirme contigo Megara, quiero que disfrutes, que salgas que hagas todo aquello que hice. Pero prométeme que al final de todo me buscaras...

—Cord... no puedo prometerte eso.

—Cambiaré por ti... te esperaré, solo no digas no, no ahora, piénsalo.

Únicamente asentí con la cabeza, sabía que estaba negado a terminar todo.
No aceptaría una amistad, porque en su cabeza aún le pertenezco.

Él se fue dejándome sola con la cabeza echa un lío.

Si lo amaba, pero no me veía en un futuro con él.

Decidí darme una ducha para refrescar mis pensamientos, y me fue inevitable no pensar en todos los Colt.

Connor tiene todo aquello que me gusta, es dulce, pero dominante, es todo un hombre, sabe lo que quiere y no pide permiso para tomarlo.

Conner, por lo contrario, es menos serio, es divertido estar con él, es más descontracturado, menos demandante pero igual de caliente que su gemelo.

Cord mi primer amor, el que no se olvida por nada, si bien amo pasar tiempo con él, me lastimo demasiado, y no sé si estoy dispuesta a darle otra oportunidad.

Chris es el amigo que nunca tuve, no podría verlo de otra manera, me encanta que podemos hablar, reírnos, todo sin la necesidad de coquetear.

Y Cole, es tan dulce, no sabría decir si lo que pasó entre nosotros fue un error, o algo más, Cole ya no es un niño, pero no sé si está bien estar con él... quizás cuando madure podría darle una oportunidad.

(...)

Salí del baño con una mala sensación, no sabía que era, pero algo me decía que no vuelva a salir, quizás sean pensamientos tontos, o el hecho de que quede mal con lo que pasó con Cord

Los chicos ColtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora