Un día dificil? (maggiecoln)

CAPITULO 9: SECRETOS

Narra Lincoln

Sentí un ardor en mi rostro en especial en mi mejilla, mi mente poco a poco comenzó a ver la realidad, pero al hacerlo vi que estaba de rodillas sobre la cama y debajo de mi estaba Maggie, pero...

—Maggie?... – ella me empujo y se alejó asustada... muy asustada, cubriendo su cuerpo vi como las lágrimas brotaban de sus ojos, su respiración era entrecortada – yo... - pero al elevar mi mano ella se cubrió estaba asustada... - que... - asustada de mi... acaso yo... mire mis manos, estas temblaban como si hubiera hecho algún esfuerzo, sentí un nudo en la garganta, una extraña sensación de culpa comenzó a invadirme acaso... acaso intente violarla, aquella palabra estremeció mi cuerpo y helo mi sangre – lo... lo siento! Lo siento... - exclame asustado al ver su reacción – lo siento... Maggie yo... yo...

Narrador

La chica lo vio agarrarse del cabello, lleno de temor como si su mente y su imaginación comenzaran a horrorizarlo por sus actos, su respiración era muy agitada, ella entonces vio como el albino parecía tener un ataque de pánico provocado por el suero el cual estaba descontrolando su mente, sin pensarlo ella se acerco

—Lincoln! – exclamo ella llamando su atención – cálmate!! – lo tomo de los hombros

—Pero!! ¡No... no pude hacerlo... yo no soy así, yo... yo! – ella vio como sus ojos volvían tomar ese tono oscuro y vacío, ella solo lo abrazo y murmuro con una voz suave

—yo... yo sé que no eres así... cálmate... por favor – aquel abrazo le transmitía tanta paz el albino sintió que el suero se iba estabilizando el respondió con otro abrazaso, Maggie no se sintió asustada sino que todo aquel miedo desaparecía de ambos poco después se separaron, el albino ya más calmado levanto la mirada, al verla toco su mejilla y seco aquella lagrima

—yo... - ella puso su dedo en los labio del albino callandolo y le sonrió

—se lo que me dirás... - en ese momento ella se dio cuenta de su pecho desnudo, ambos apartaron la mirada, comenzó a acomodar su sujetador – este... Lincoln necesito un poco de ayuda – comento con algo de timidez

—yo...?

—si... emm podrías... poner los seguros – él se acercó un tanto nervioso, noto a la chica agarrando los bordes de su sujetador al intentar poner el seguro noto que este parecía elevarse – gracias... a veces necesito ayuda con algunos que tengo... - ella se terminó de cambiar y ambos se sentaron en la cama, pero ya no parecía haber aquella confianza como antes, lincoln no pudo ignorar los moretones tenía en su espalda llego a pensar que el había provocado tales lesiones por los efectos del suero se sintió decepcionado de si mismo, ella miro al albino notando dicha culpa, se acercó más viendo como el parecía un niño asustado

—soy un monstruo... – comento en voz baja, pero ella solo suspiro y cerro lo ojos

—no lo eres...

—no! Esto... ¡Es algo que no puedo controlarlo que pasara si la próxima vez!

—controlarlo?? – ella miro confundida al albino quien solo cerro los ojos como si se rindiera

— Maggie... ahí algo que tengo que decirte – el revelo todo acerca del suero, sus análisis y los efectos que lo llevaron a todo, por qué hizo lo que hizo en el probador y como se descontrolo hace un momento, el no esperaba que le creyera pero también sintió que se quitaba una pensó ya que no quería ocultarle nada

—ya veo... - respondió algo calmada, ella se levantó de la cama y se estiro los brazos – bien eso lo explica todo, aunque suene un poco ficticio