Tiempos De Guerra (Jainico) FINALIZADA.

Bunker.

Me mantuve conduciendo hasta lo que más dio la bencina, al notar que ya se estaba acabando me adentre dentro de un bosque para escondernos, el auto se detuvo, ya estaba de noche y lloviendo. Pase mis manos por mi cara para luego mirar al Jaime a través del espejo, seguía durmiendo las marcas de su cuerpo habían desaparecido, marcas donde hubieron garras o algo así como escamas, no sé cómo explicarlo ósea él se convirtió en un monstruo, su piel era rara.

Me baje dejando la mochila dentro para que no se mojara, busque en la parte de atrás algo útil, habían unas cajas con herramientas, y otra con cosas casi inútiles, una cuerda, dos botellas de tres litros, piedras...weas casi inútiles. Tome las botella y las abrí dejando que entrara el agua de lluvia espero que todavía está lluvia se pueda tomar, no por mí, sino por el Jaime. Las acomode entre las cajas para que no cayeran y comencé a lavarme las manos con la lluvia, estaban llenas de pólvora por las balas, y sangre por la pelea que hubo.

-que silencio, es muy relajante la lluvia ¿no crees?

-supongo...pero ya no nos podemos confiar, cierras los ojos un segundo y ya hay alguien o algo acechándote...- dije mirando a los en lo profundo del bosque.

-mis sensores muestran que todo está correcto...

-En todo este tiempo tus sensores no me avisaron que nos iban atacar y tampoco avisaste que iban a matar gente del grupo o que me iban atacar en el bosque.

- Saben de mi conexión contigo, y seguramente usaran algo para que yo no los vea, pero bueno, mejor vuelve, tienes la mitad de tu circuito expuesto, te puede entrar agua.

-¿Y que pasara ahora? ¿cómo lo arreglo?

-No podrás, así que tendrás que venir antes de que se te ocurra ir a buscar a tu grupo, cualquier golpe puede cortar el circuito, programare un mapa en tu cerebro.

-Te escuchas cansado.- camine devuelta a la camioneta.

-Estoy preocupado, mi hija se quedó con ese hombre.

-Prometo traer a tu hija de vuelta, apenas me repares iré a buscarla, luego volveré con mi grupo.

-¿Harías eso por mí?

-Claro, es lo mínimo que puedo hacer por ti.

Entre a la camioneta y el Jaime seguía durmiendo, y me senté a su lado, salía vapor de tu nariz, parece que hacía frío, pero yo no lo sentía, no había nada para tapar al Jaime, ahora que lo pienso solo el traía una bota, los pantalones rotos y una polera sin mangas, se va a congelar. En el haciendo de copiloto estaba mi mochila y busque algo para abrigarlo, por suerte seguían mis cosas ahí, había una polera de manga larga, y una bufanda que parecía mantel de lo grande que era, algo ayudará. Se me ocurrió revisar la guantera de la camioneta y había una pequeña caja de plástico, era un botiquín, que suerte la mía.

No había mucho, pero había alcohol, yodo y vendas, los use para curar un poco las heridas del Jaime, estaba lleno de moretones y rasguños en su cara y brazos. Quizás de caliente o curiosidad, se me ocurrió levantarle la polera para verle el estómago, había una gran herida, la sangre había dejado de salir, era una herida de bala.

-¡Patt! Al Jaime le dispararon, no sé cuánto tiempo llevara así ¿qué mierda hago?- me comencé a desesperar buscando algo con que tapar la herida.

-¿sigue respirando?

-¡Sí! Pero está muy helado, pero tiene la cara roja.- pase mi mano por su rostro.

- Yaya vas a tener que moverte, tráelo, estás a 4 horas de acá quizás puedas encontrar un auto cerca y hacerlo andar, tiene que ser rápido, la bala debe seguir adentro así que ten cuidado con moverlo.