Los cabros del goth deben sobrevivir a un mundo apocalíptico, sufrirán, perderán cosas importantes, tendrán triunfos, vivirán cosas que nunca se hubieran imaginado... Una de ellas fue encontrar el amor...
¿Vivirán hasta el final donde tendrán una...
Habían pasado cuatro año desde que desperté en el laboratorio de Patrick, los primeros dos años me la pase inconsciente. Nos encontrábamos bajo tierra así que muy pocas a veces salía al mundo exterior, pero no podíamos salir muy lejos ya que todavía no estoy bien reconstruido, a veces Patrick me sacaba a ejercitarme, a tomar un poco de sol y a mirar el paisaje, en seis años las cosas pueden cambiar mucho, tanto la naturaleza, el clima, todo había cambiado excepto mis sentimientos por él. Soñaba todas las noches con el Jaime, imaginándome que algún día volveríamos a estar juntos. Me imaginaba que algún día despertaría y lo vería a mi lado.
Llevaba tiempo entrenando, acostumbrarme a tener prótasis robóticas no era muy fácil me costó un par de años acostumbrarme a este nuevo cuerpo. Mientras Patrick terminaba de ajustar algunas cosas en su computadora me fui a mi habitación donde me recosté en la cama para pensar todo lo que había vivido, en unas saldría, sería la primera vez después de mucho tiempo que estaría solo así que quería mentalizarme. así que déjame contarte un poco lo que paso después de despertar sin piernas.
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Después de haber estado casi treinta minutos con la respiración agitada y gritando por el medio que sentía, Patrick me subió a una silla de ruedas para hacerme un recorrido, estábamos en un bunker bajo tierra, era gigante, demasiado gigante, computadores, pantallas que mostraban distintas partes del país, habitaciones muy bien equipadas, una gran cocina, una sala de juegos, un comedor y gimnasio, nunca había estado en un lugar así. Me llevo a un gran ventanal que mostraba una vista impresionante, era Santiago pero había muchos edificios quemados, lugares destruidos, incendios, puse mi mano sobre el ventanal.
-No es una ventana por si acaso...tengo una cámara en la entrada de la ciudad y la proyecto aquí, para que parezca una ventana.- saco un control de su bolsillo y apretó un botón, la imagen de Santiago desapareció y cambio a la de una playa, el mar se movía lentamente, pájaros volaban muy pacíficamente, ya casi sentía la brisa del mar.
- ¿Tanto cambio el mundo?. Apoyo mi cabeza sobre brazo.
-Casi tres años han pasado...Los seres humanos en vez de recuperar el mundo lo destruyen mas, la gente cambia, se vuelve mala, cree que pueden hacer todo lo que no han podido hacer antes, matar, violar, robar...La humanidad es un asco, nos merecemos todo lo que paso.
-¿Y los militares? ¿El gobierno? ¿Alguien que quiera recuperar todo esto?.-
-La mayoría a desaparecido, y los pocos que quedaron se volvieron corruptos...Tu antiguo novio se encargó de eso.- me miró fijamente, yo solo pude tragar saliva.
-¿El Jaime?.- lo mire incrédulo.- No podría ser tan comunista...o quizás si.- rascaba mi cabeza frustrado.
-He vigilado a tu antiguo grupo, Jaime se volvió despiadado, el no está haciendo cosas buenas y debes detenerlo.
-¿Qué quieres que haga? ¿Lo mato? ¡Como si fuera tan fácil!.- intente levantarme pero era imposible.
-Relájate.- se puso frente a mí y me golpeo una cachetada, solo pude mirarlo con desprecio y rabia.- Necesito que seas razonable Nicolás y seas de mente abierta, era mitad robot y mitad humano puedes hacer muchas cosas.
