De feo a hermoso solo hay un paso - Rgd [TERMINADA]

Dedo

— ¿Bueno?. Dije contestando la llamada de Kay.

— Hola _____, mi novio acaba de terminar conmigo. Ella estaba llorando, no paraba de llorar y eso hizo que se me rompiera el corazón.

— Kay de verdad lo lamento, ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?

— Si, ¿Puedo ir a tu casa?

— Si. Después recorde que no vivía sola y que ruben estaba aqui. —No.

—¿No?

— Mejor yo voy a la tuya, tú no estás en condiciones de venir hasta acá, espérame allá.

— Te espero acá amiga.

— Si Kay. Colgué la llamada y sin pensarlo dos veces me cambié de ropa, salí de la habitación y vi a Rubén sentado comiendo la pizza, el noto mi presencia y me miró detenidamente.

—¿A donde vas tan noche?

— Una de las reglas que pusimos es que podíamos salir a la hora que quisiéramos. Le dije con una sonrisa mientras que se le notaba un poco de enfado y de preocupación.

— ¿Por lo menos podrías llamarme si te encuentras en peligro o bien?

— Si Rubén.

— También llámame si quieres que vaya por ti. Dijo con una sonrisa.

— Iré a ver a Kay y creo que sí se hace noche su primo podría venir a dejarme. El puso los ojos en blanco.

— ¿A Kay? Bueno Kay no es la del problema ella es muy mona... Pero, ¿A su primo?

— Nada de reclamos. Le mire amenazante.

— ¿Podría saber por qué vas a verla?

— Su novio la termino y está realmente mal, bueno yo ya tengo que irme, por qué se hará más de noche.

— ¡¿Su novio termino con ella?!

— Si.

—Bueno, llamaré a Mangel. Dijo algo emocionado tomando su celular.

— ¿A Mangel?

—Si.

—¿Para?

—No puedo decirte.

—Dijimos que nada de secretos Rubén.

— Después te cuento. Me guiño el ojo.

—Mas te vale.

— Ve con cuidado. Sali de mi casa y fui hasta la casa de Kay en taxi. No tarde más de unos cuantos minutos en llegar.

— _______. Dijo Kay abrazándome fuertemente, ella estaba mal, al parecer el era muy importante para ella.

—Tranquila estoy aquí. Ambas pasamos a su casa y nos sentamos en el sofá.

— Sabes, me siento un poco tonta, no puedo crees que Sebastián y yo terminaramos solo por los problemas de distancia que teníamos. Realmente me daba algo de tristeza verla así.—Maldita distancia.