De feo a hermoso solo hay un paso - Rgd [TERMINADA]

Loca

Una semana después.

-Rubén.

- ¿Que ocurre?

- Ayúdame con esto. Eran unas cajas las cuales estaba moviendo para tener un poco más de espacio en la casa, ya que Rubén ahora vivía por el momento aquí.

- Claro. Rubén tomo las pesadas cajas en sus manos y las fue a poner en otra parte donde no hicieran estorbó.

Rubén estaba siendo de gran ayuda en la casa, ya estaba aprendiendo a cocinar gracias a su ayuda.

Ahora era un poco más ordenada y tenía un mejor sentido de mi ser en cierta manera, me había enseñado a ser un poco más fuerte y no pensar tanta mierda de mi misma.

- ¿Podrías ayudarme a bajar ahora a mi?. Estaba muy alto donde estaba y me daba miedo de saltar y en unas horas teníamos que ir a nuestras clases en la universidad.

- Salta. Se acerco a mí y estiró sus brazos tratando de ponerlos en mi cintura. - Salta. Eso hice y lo hice realmente mal.

Me caí junto a Rubén.

Aplastandolo totalmente.

Yo arriba de el, me sentí tan torpe y cuando iba a pararme y disculparme me topé con su mirada.

Con esos hermosos ojos que estaban mirando los míos. Sentí como mi respiración se estaba acelerando.

Su cuerpo tan cerca del mío, su boca a unos centímetros de la mía y sus manos sobre mi cintura.

Este momento estaba volviendome totalmente loca.

¿Será que Rubén estaba sintiendo lo mismo que yo en ese preciso momento?

— Sabes. Soltó una palabra e hizo que mi cuerpo se erizara. — Me pone tan nervioso tenerte cerca, eres totalmente hermosa.

— Rubén... Yo...

— No aguanto más.

—Yo debería quitarme.

— Deberías, pero por favor no lo hagas.

— Estás actuando muy raro. Estaba tan nerviosa y tan roja. Lo único que quería es que el me dijera que hacer, yo no tenía ni idea.

— Tú no estás haciendo nada para impedir que actúe raro. Me tomo de la cintura más fuertemente e hizo que me diera la vuelta para que yo fuera la que quedara de espaldas contra el piso y el quedara arriba de mi.

— ¿Que estás haciendo?. Dije con las respiración a tope y el corazón a punto de explotarme.

— Vamos a quitar esto de aquí. Tomo mis lentes y los hizo a un lado.

— Rubén. Tomo mis dos manos y las llevo hacia arriba con una de sus manos.

— Está vez no estás borracha, así que no puedes decirme que me aprovecharé de tu estado de ebriedad.

— ¿De qué estás hablando?

— No vayas a contar mi secreto después de lo que voy a hacer.

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