Capítulo 10 - Confesiones de un reencuentro.

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Capítulo 10 - Confesiones de un reencuentro.

Nos encontramos con toda la compañía, junto a Keith sentados en la gran mesa que tenían en el exterior de la caravana, todos hablan, pero sobretodo se notaba felicidad en su tono de voz, habían encontrado a su pequeña bailarina angelical sana y salva.

Mientras todos esperaban, Nadja se encontraba dentro de la caravana, poniéndose un traje más simple, ya que sabía que no era conveniente que seguiría usando el traje de sus amigos porque le podría pasar una desgracia, como romperse o ensuciarse, ella eso lo sabía de primera mano, ya que el traje que le dieron de su madre acabo destrozado a causa de Rosemary, y no quería que por ninguna circunstancia a este traje le pasase nada ya que no era suyo, en primer lugar y en segundo lugar porque le traía muchos recuerdos del reencuentro con Keith.

No paso mucho más tiempo, que ya Nadja se encontraba lista para salir y encontrarse con todos sus compañeros que la estaban esperando. Una vez lista, con el pelo suelto, solo recogido por la parte trasera con dos trenzas y con un vestido normal, que ella siempre utilizaba porque le encantaban los colores, la combinación de rosa y blanco siempre había sido de sus preferidas y en sus pies calzando unas botas, ya estaba lista para salir.

Abrió la puerta de la caravana y todas las miradas, como era de esperar, se dirigieron hacia ella, la que era más intensa, era de Keith, que no dejaba de observarla perplejo, cosa que hizo que las mejillas de Nadja se ruborizaban al darse cuenta de la mirada tan atenta de su amante. Antes de bajarse saludo de nuevo a sus amigos.

Nadja: Chicos ya estoy con vosotros de nuevo.

Su voz sonó muy emocionada.

Compañía: Lo sabemos y estamos muy contentos por eso.

Todos reían, y hablaban felices mientras la observaban.

Nadja bajo las escaleras y una vez se encontró en tierra firme se fue a colocar en su sitio alrededor de la mesa donde todos esperaban impacientes la historia, el sitio que le habían dejado libre era indudablemente al lado de Keith. Una vez sentada en su sitio Keith le cogió de la mano y acto seguido le beso la frente en acto cariñoso.

Todos les observaban, para que iban a negar lo, hacían muy buena pareja, aunque no todos estaban enterados con anterioridad de los sentimientos de Nadja, quienes lo sabían se sentían felices de verla al fin con la persona que amaba.

Los más pequeños de la compañía observaban la pareja, una de ellas, Rita estaba feliz por Nadja, porque últimamente solía verla muy cabizbaja aunque lo intentase disimular. Pero por otro lado Kennosuke no lucia tan feliz, el llevaba enamorado de Nadja desde que el entro a formar parte de la compañía Dandelion, se sentía triste y podía ver como en cosa de días las posibilidades de declararse a Nadja se habían reducido a cero. A decir verdad él en muchas ocasiones había intentado sincerarse con ella y contarle de sus sentimientos, pero siempre por pasiva o por activa acababa siendo interrumpido sin poder confesarse, podemos creer que el destino no quería herirle y de esa manera, si no le dejaba oportunidades no se rompería su corazón. Hasta este preciso momento, donde ahora tenía las cosas muy claras y sabía que podía despedirse de Nadja, ya que no podía competir contra Keith Harcourt, heredero de la familia Harcourt.

Todos los integrantes se quedaron callados para darles paso a que comenzaran Nadja y Keith a explicar todo lo que les había pasado y como había sido su esperado reencuentro.

Nadja comenzó a hablar. Con un tono sereno y calmado.

Nadja: Pues amigos, quiero empezar explicándoos, para quien no lo sepa, Keith es quien me salvo del incendio del orfanato, y de los ladrones Rosso y Bianco, y él fue quien me dejo en vuestras manos, y desapareció a lomos del caballo blanco, yo a él lo bautice el caballero de los ojos brillantes. Lo que sucedió es que Keith iba vestido con las mismas ropas que Francis en aquella época, yo obviamente no conocía a ninguno de los dos y aún menos sabía que eran dos hermanos gemelos, entonces claro, cuando estuvimos en la mansión de los Harcourt, para que la abuelita entregara algunos de sus sombreros una clienta suya, yo vi en el jardín de rosas, a un chico que vestía como quien me salvo del incendio del orfanato, pero claro, él no era Keith, sino Francis el hermano pequeño de la familia Harcourt, yo no supe quién era, yo solo creía que era el caballero de los ojos brillantes, después de unos cuantos sucesos y de cuando conseguí bailar con él, le agradecí por salvarme aquel día, cosa que cuando se lo explicaba él no lo recordaba, me lleve una gran decepción, la persona de la que me había enamorado no se acordaba de mí, claro éramos de clases diferentes, que se va a acordar de una simple chica que vivía en un orfanato, me decía a mí misma para excusarle. Pero claro eso no era su culpa ya que era la primera vez que me veía. Luego de muchos sucesos, muchas aventuras y muchos encuentros con ambos hermanos, en Granada, me encontré con Keith, yo aún no sabía de su existencia, simplemente ese día, después de que me recuperase el broche que unos malhechores me habían robado, conocí muchas cosas de él que no había visto hasta ese momento, estaba claro el porqué, ya que simplemente nunca había podido conocer a fondo a la sombra de Francis, al hermano perdido de la familia Harcourt o como todo el mundo decía, el hijo que todos creían muerto. Ese día abrí los ojos, confesé que me había enamorado de él, más que lo que ya conocía de el con anterioridad, pero poco después esa felicidad se fue al contarme la historia de su pobre madre aristócrata que murió joven e infeliz a causa de la nobleza, mientras decía eso yo sostenía el caleidoscopio, el que aún conservo desde aquel día, donde él me contaba que esa era la única manera de que su madre podía ver el exterior, y después de todos esos momentos, charlas y del cálido beso que me dio, proseguimos andando por granada cuando en un momento, el chico se separó de mi lado, y pude observar cómo había otro Francis, es decir, yo aquel día estaba viendo a dos Francis, el que había estado conmigo y otro el que conocí en el vals, poco después de eso, con el que había pasado el día, se puso sobre el rostro una máscara negra y desapareció entre la oscuridad, reaccione al instante, él no era Francis, era otra persona y esa persona era Rosa Negra.

La Persona a la que Amo.. El Caballero de los ojos Brillantes..Where stories live. Discover now