La Persona a la que Amo.. El Caballero de los ojos Brillantes..

Capítulo 6 - Un secreto, entre tú y yo..

Capítulo 6 - Un secreto, entre tú y yo..

El joven Keith aun llevaba a Nadja en brazos, cosa que nadie más sabía ya que se habían perdido en la oscuridad de la noche, no por casualidad o por coincidencia, sino con toda la intención puesta en esta acción.

Keith beso en numerosas ocasiones a Nadja, en la frente, en las mejillas, en los labios y la sujetaba con mucho amor. El seguía caminando por fuera del lugar del evento, no está perdido ni mucho menos, tenía las ideas claras y un rumbo a seguir.

Pasado un rato de mucho andar, se detiene en frente de un edificio de cerca de la estación de Sants, de Barcelona y del bolsillo de la chaqueta saca unas llaves, las usa para abrir la puerta y entra dentro del lugar.

Nadja no decía nada, solo miraba la cara de Keith, estaba encantada, no se sentía incomoda, a ella le encantaba estar con él, era lo mejor que le podía pasar.

Keith deja de subir plantas, se detiene frente a una puerta, la abre y entra dentro de un piso, que al parecer tenía alquilado mientras se encontraba en Barcelona, en sus misiones de Rosa Negra.

Al entrar, deja a Nadja en el sofá para que descanse y él se quita la chaqueta y la deja colgada en la percha que se encontraba en la entrada del piso. Debajo de la chaqueta, llevaba una camisa blanca ajustada, que ahora se podía ver completamente, Nadja lo miraba fijamente y se pudo dar cuenta enseguida, de que no solo ella había crecido y tenía el cuerpo cambiado y desarrollado, él también lo había hecho, ya tenía el cuerpo bien formado, desarrollado y estaba fuerte, no era tan delgado como lo había visto la última vez, no podía dejarlo de mirar, le encantaba, tanto de carácter como físicamente, para que se iba a engañar, la tenía cautivada.

Keith se da cuenta de que es observado por Nadja y aunque intenta disimularlo se pone nervioso.

Keith: Nadja voy a darme una ducha, tu relájate y si necesitas dormir, puedes ir a la habitación y descansaras mejor que en el sofá. Te veo en un rato.

Le besa en la frente y se pierde detrás de la puerta del baño. Nadja contempla su esbelta silueta y empieza a ponerse nerviosa.

Nadja se quita el abrigo que le habían prestado sus amigos Leonardo y Thierry, ya que en la habitación se estaba bien gracias a la chimenea central.

Nadja se sienta en el sofá mirando al techo y pensando en todo lo sucedido durante el día, no podía creer aun que se había encontrado con Keith el amor de su vida, estaba feliz, enamorada y muy muy emocionada, pero a la vez sentía pena por Francis, aun no le había perdonado, pero sabía que él no era una mala persona, a pesar del daño que le podría haber hecho si hubiera conseguido su propósito. Aunque él había explicado que todo lo que hizo era por el bien de Nadja, no estaba de acuerdo, ella misma sabe perfectamente lo que es bueno para ella y lo que quiere que forme parte de su futuro, no necesitaba que nadie decidiera por ella. Entre tantos pensamientos ella quedo a merced del sueño, estaba demasiado cansada como para resistir en ese ambiente tan relajante y se durmió en el sofá, cerca de la chimenea. Aun no le había dado tiempo a quitarse el traje de baile.

Poco después de esto Keith sale del baño, con una pequeña toalla atada a la cintura y con su cabello poco seco, desordenado y despeinado, le daba un aire de sensualidad y varonilidad que por desgracia Nadja en ese preciso momento no pudo contemplar. El joven lucia sereno, renovado y ahora si se podía contemplar su cuerpo casi al desnudo, ya que solo le cubría la péquela toalla que llevaba atada, estaba claro que ya no era el mismo niño que salvo a Nadja en el orfanato.

Keith coge a Nadja en brazos y esta vez la deja recostada en la cama, mientras hacía eso, escucho que la voz de Nadja perdida en sueños le estaba llamando, ante esa situación Keith se puso nervioso, no podía creer que de verdad ella soñase con él y estaba seguro que esa no era la primera vez que sucedía.