Maraton 2/3
Siento su cálida respiración en mi cuello, besa y muerde la zona haciéndome soltar un ligero gemido. Odio que me tenga de esta manera, haciéndome sentir vulnerable a sus besos.
Siento como succiona la ligera piel de mi cuello y se que después dejara una marca, pero no me importa en estos momentos, se siente tan bien. Siento como sube sus besos, pasa por mi mentón para después llegar a mis labios y atacarlos sin piedad. Siento como su lengua entra haciéndome saltar en mi lugar, pero no me rehuso, encuentra mi lengua y ambas empiezan una guerra.
Siento como sus manos pasan por todo mi cintura para después llegar a mi cadera y apretarlas levemente, pero sus manos no se detienen porque llegan hasta mi trasero y lo aprieta con fuerza, haciéndome soltar un sonoro gemido.
Mis manos llegan a su nuca y jalo levemente su cabello haciéndolo soltar un gruñido, haciendo que me caliente aún más, volviendome loca. Me encontraba sentada arriba de él, pero me carga para dar un giro haciendo que caiga acostada al sofa, poniéndose arriba de mi.
Nuestros labios se separan un momento para poder respirar, miro sus ojos marrones los cuales me ven con deseo. Se ve tan hermoso delante de mi, su cabello alborotado, su respiración agitada, su torso desnudo, vulnerable para mi.
Sin dejarme hacer algo al respecto vuelve a atacar mis labios con deseo. Pasa sus manos por debajo de mi camisa, acariciando mi abdomen. Haciéndome estremecer. Sus manos suben hasta mis pechos desnudos y no puedo enviar soltar un gemido al sentir su fría mano tocar mi pecho.
Escucho como suena el auto de mi padre llegar. Me separo lo más rápido de él, empujandolo.
-¡Maldita sea, tienes que irte!- grito en un leve susurro mientras trató de recuperar la compostura.
Escucho como una risa ronca brota de sus labios.
-¿Tienes miedo de que papi me vea?- ríe mientra se acerca a mi, su voz salió más ronca de lo normal, haciéndolo ver mas sexy.
-Anda, sube a mi habitación rápido, sabes perfectamente cuál es.-digo mientras peino mi cabello en un moño desarreglado.
-¿Me esconderás de nuevo?- una sonrisa burlona aparece en sus labios.
-¡Vamos! Que papá va a matarme si te ve acá, ¡semi desnudo!- susurro mientras tomo su camisa del suelo y se la paso.
- Ya, ya, ya.- habla mientra levanta sus manos.- Pero esto aún no acaba, Kels.- habla por última vez antes de plantar un sonoro beso en mis labios y subir rápidamente las escaleras.
Corro rápido al sofá y pongo algo random en la televisión. Me cubro con la manta y espero a que entre mi padre. Escucho como mete la llave a la cerradura de la puerta y después entra con una gran sonrisa.
-¿Cómo se encuentra la princesa de la casa?-se acerca a mi y planta un sonoro beso en mi cabeza.
-Mucho mejor papá, gracias por preocuparte.-digo para después darle un abrazo.
-Siempre me preocupare por ti cariño.- murmura mientra se despoja de su saco y lo deja en el esquinero.- ¿Ya comiste? ¿Quieres que ordene algo de comer?
-Estoy bien, no te preocupes.- menciono mientra tallo mis ojos.- Creo que me iré a descansar un rato, estoy un poco cansada y mañana tengo que ir clases.-me pongo de pie para después plantar un beso en su mejilla.-te amo, papá.
-Te amo más, cariño.
Le dedicó una pequeña sonrisa y subo rápido las escaleras para llegar a mi habitación, que él este aquí es un peligro para mi, mis padres me matarían si lo encuentran en mi habitación. Abro la puerta para encontrarlo en su celular texteando algo rápido, pero cuando voltea a ver que soy yo, una sonrisa se forma en sus gruesos labios.
-Pensé que no volverías.- habla mientras se acerca a mi.
-Tienes que irte, si mis padres saben que estas aquí me matarían.-digo alejándome de él, porque tenerlo tan cerca hará que no me pueda resistir y volver a besar sus labios.
-Kels.- jala mis brazos y me acerca a él para darme un fuerte abrazo.- Perdóname, yo no sabía que ellos te harían algo así, te lo juro, yo no sabía nada de esto, ellos tuvieron ya su merecido, pero por favor deja de pensar que fui yo, jamás te haría esa clase de daño, amor.-me separa un poco para dejarme ver su rostro, en sus ojos veo una sinceridad que me llena y me da una punzada en el corazón.
Su comentario me dejó sin palabras, no sé qué decir en estos momentos. No sé si creerle o alejarme. No sé qué hacer.
-Nick, pero...
-No digas nada, se que siempre he sido un patán contigo y me siento muy mal por eso, tu no mereces que te trate así, y que nadie te trate así, porque eres una chica muy linda que no debería ser dañada como un patán como yo.-habla y siento como mis ojos pican, no quiero llorar y arruinar el momento.
No quiero creerle, quiero que diga que todo es una mentira y que siempre será un patán conmigo, así sería más fácil odiarlo.
-Así que ya no te molestaré, ni nadie de los chicos, te dejaremos en paz, porque ya no te quiero ver sufrir ni llorar. Te deseo tanto que no quiero dañarte, así que te dejaré en paz.
Toma mi rostro entre sus manos y acerca su cara a la mía para plantar un beso, un beso calmado, como si fuera el último beso que nos daremos por última vez, me cuesta trabajo seguirle el beso ya que me encuentro sorprendida por sus palabras, estoy conmovida. Le sigo el beso cuando puedo digerir todo.
Es un beso con sentimiento, no sé cómo sentirme al respeto, me siento tan confundida y a la vez triste, Nick si tiene sentimientos, pensé que no los tenía ya que era un jodido idiota conmigo.
Se separa de mi para después plantar un beso en mi frente y salir por la ventana, no sin antes mirarme de nuevo.
Estoy tan aturdida.
Que tarde más intensa.
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¡Hola de nuevo!
Aquí está el segundo capítulo prometido, gracias por ayudarme con la meta en serio, sólo mejor. Aún me falta terminar el último capítulo del maratón, pero podemos llegar a una acuerdo, si este capítulo llega a las 15 estrellitas tendrán el próximo capítulo listo. Gracias por el apoyo.
Besos.
Los amo.
Mierdad.
