"Mi Primera Razón"

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Cuando todo parecía ir mal, llego una pequeña luz a mi vida. Al comienzo del séptimo grado entro un compañero nuevo, ya todos nos conocíamos desde antes, siempre éramos los mismos entonces todos estábamos entusiasmados por conocerlo, en especial Kitana. No le di mucha importancia en tomarme el tiempo para conocerlo. Sabia que no se iba a acercar a mi por el hecho de que Kitana ya lo estaba incluyendo en su grupo de amigos. Kitana se encargó de mostrarle el instituto y estuvo detrás de el todo el tiempo. Aun así, algo dentro de mí me decía que el era diferente y no caería en su trampa.

Al día siguiente, vi cuando estaba entrando al aula y se estaba dirigiendo hacia mí, de repente apareció Kitana en medo del camino. "Hola, yo soy la que te estaba hablando ayer ¿Me estabas buscando?, le pregunto, suponiendo de que me estaba confundiendo a mi con ella. Su respuesta fue "No, simplemente quiero hablar con ella, si me disculpas". Nunca habían rechazado a Kitana para hablar conmigo, se me hacia raro todo esto. Ella se fue con una cara de asombro, igual que la mía.

- "Yo soy Andrés y tú?

- "Catherine".

Así comenzó una conversación muy larga y una amistad muy bonita. Pasábamos hablando casi todo el tiempo hasta que la profesora nos regañaba por no poner atención. En muy poco tiempo se convirtió en mi mejor amigo. Teníamos muchas cosas en común y era tan caballeroso, siempre me trato con respeto y era muy amable y cariñoso conmigo. Él me hacía reír, junto a él me sentía feliz. Desde que él apareció en mi vida, empecé a ver el Mundo de colores y ya no me sentía tan sola.

Lo veía como un amigo, pero con el pasar del tiempo empecé a sentir algo más por él, pero intentaba ignorar ese sentimiento, ocultándolo de todos, pensando que así iba a desaparecer. Tenía miedo de ese sentimiento extraño, no sabia que era. ¿Sera amor? Si lo fuera, ese tema era escaso en mi casa por lo que era difícil reconocerlo. Siempre nos pasaban molestando, diciendo que éramos novios pero que no lo queríamos admitir. Me preguntaban a mi si lo veía lindo, pero siempre prefería no contestar a eso. Sinceramente desde que lo vi me pareció muy lindo.

Quería enseñarle mi mundo a él, quería compartirle mi pasión por los libros, así que le di unos de mis libros favoritos. Al principio no estaba muy convencido, pero en unas semanas se terminó el libro y le encanto, tanto que me pidió que le recomendara otro libro parecido. Lo lleve a la biblioteca del instituto, le tape los ojos con mis manos y le dije que escogiera un libro del estante frente de él. Desde entonces esa ha sido nuestra forma de escoger libros. Él termino siendo fanático de la lectura

En los recreos pasábamos en la biblioteca, leyendo, sin hablar, solo escuchábamos la respiración del otro. Estábamos en nuestra propia burbuja, pero juntos, sentados de espalda a espalda. De vez en cuando el me compartía su parte favorita y yo hacía lo mismo. Deseaba que esos momentos nunca se terminaran, que fueran eternos. Siempre me perdida cuando lo miraba todo concentrado leyendo. Todo parecía tan falso y real a la vez que me preguntaba si me había vuelto loca y entrado profundamente a unas de mis fantasías.

En el encontré un amigo en el que le podía contarle todo. Era el único que me escuchaba, solo él hacia el intento de comprenderme. En el encontré una razón por la cual vivir.

Mi razón para vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora