•19•
-No me quiero ir-Dalia me abraza y yo le correspondo.
-Lo se, yo tampoco quiero que te vayas, pero tienes que regresar. Cho y tu mamá tienen mi número, por si necesitas hablar o cualquier otra cosa- Cho es la encargada del hospital.
-Si necesito que salgas... sales?
-Salgo-sus labios se curvaron en una sonrisa genuina-Ya lo hice una vez, si tú me lo pides, por qué no dos?- vuelvo a abrazarla una última vez-Disfruta cada segundo-le susurro y nos separamos. Ella asiente.
Después de eso se va, y yo regreso a mi soledad.
Subo en el elevador hasta el último piso y cuando llego, mamá, Dylan y Lore me esperan en el living.
No les digo nada, solo me detengo frente a ellos.
-Estamos orgullosos- dice Dylan.
-Muy orgullosos-confirma Lore.
-Gracias-digo con la cabeza medio baja. Mi mirada sube a mamá, quien solo me sonríe con satisfacción.
-¿Quieres ir al plaza? A la planta baja, donde está el centro comercial de comida, recuerdas?- me ofrece.
-Emm...-no se qué responder.
¿Debería?
El plaza es justo al lado, y bueno, en teoría entraríamos al edificio y nos quedaríamos ahí un rato.
Por acto de reflejo mis ojos se dirigen a Gustavo.
-Iré-dice él y asiento.
-Creo que vamos un poco rápido, tal vez mañana, Frank me está esperando-señalo el pasillo mientras camino de lado.
- Claro
Entro y me encuentro a Frank acostado en uno de mis sillones con su celular en la mano.
-Hola
-Felicidades-sonrío y avienta el teléfono a su lado.
-Gracias-Me acuesto en el otro sillón junto a él.
-No estoy para nada enojado-dice refiriéndose a que lo hice esperar tres horas
-Oh, claro que no-sonrío. -Fue agotador
-¿Te arrepientes?
-Por supuesto que no
-Entonces valió la pena- hay silencio unos segundos, pero no es incomodo. Llevo mi mano derecha a mi brazo izquierdo y sonrío nuevamente.
-Ya pasaron cinco horas desde que respiré ese... ese aire. Desde que salí.
-Lo estás extrañando- dice entre afirmación y pregunta y sé exactamente la respuesta.
-Si, mucho
-¿Y por qué sigues teniendo miedo?
-No lo se
-¿Ves? No hay motivo. Así como caminaste cinco metros fuera del edificio, puedes caminar cincuenta.-No dije nada, esperando que su voz ronca siguiera diciendo ese tipo de cosas que me encantaba escuchar- Ahora quiero que niegues cuanto lo anhelas. Respirar el aroma a pretzels de pizza. Sentir el frío cala-huesos. Escuchar el claxon de cientos de taxistas malhumorados en el trafico. Ir a central park a ver a los patos...-no pude evitar sentir ternura al escuchar a Frank con esa ilusión acerca del lugar donde vive. Decido acostarme boca abajo y pasar mis manos por debajo de mi barbilla para verlo en el otro sillón, con la espalda recargada en el reposa-brazos y su codo derecho en el mismo. Con el otro brazo sobre su rodilla flexionada, su pierna izquierda totalmente estirada. Estaba usando una camisa negra con las mangas dobladas hasta el codo y un pantalón blanco, tengo que admitir que siempre me ha gustado mucho la ropa que usa. -¿Qué sucede?
-¿Qué?
-¿Por qué me miras así?
-Porque creo que eres mi definición de "Tener suerte"- se chupó el labio y se levantó para acercarse. Al hincarse frente a mi acerca sus labios para besar mi nariz. Levanto un poco la cabeza y su beso sigue a mis labios. Sujeta mi rostro con sus manos y luego del roce se separa.
- Tú también eres mi definición de suerte- en ese momento me separo lo suficiente como para hablar.
-Frank...
-¿Si?
-¿Qué somos? Tú y yo
-Somos... amigos- levanto las cejas, incrédula y recordando a Dylan "Los amigos no se dejan los labios hinchados"- amigos a los que les encanta confundirse- suelto una risa sin una pizca de gracia.
-¿Eso?
-Hablando de este momento exacto, eso somos- me levanto y giro para darle la espalada, llevándome una mano a la frente y otra a la cadera.
- ¿Estás hablando en serio? ¿Eso soy para ti? ¿La chica a la que te gusta besar pero no sientes nada por ella?
-Yo nunca dije eso. Nunca dije que no siento nada por ti
- ¡Oh! ¿Sientes algo entones?
- Si, yo siento muchas cosas
- ¿Ajá? ¿Qué sientes? Dime
- No entiendes. No es algo que pueda explicar con palabras
- Cierra la boca.- mi voz se quiebra-Por favor. Guarda silencio. -obedece. -Largo de aquí-no replica ni se queja, solo se va, dejándome sola, justo como debo estar.
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N/A: I'm back, bitches. Volví con un capítulo muy triste. Pero el sonido de sus corazones rompiéndose es música para mis oídos.
Espero les haya gustado mucho este capítulo.
Instagram: Alleyways.1
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Mis Cuatro Paredes [TERMINADA Y EDITANDO]
Teen FictionAmelia tiene la vida que todos desean: fama, dinero y admiración nacional, pero teme ser lastimada, por lo que decidió no salir de casa. Lleva seis meses así. Por otro lado, Félix acaba de mudarse a la ciudad. Desde la primera vez que escucha de Am...