9. Nathaniel

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-Eso es todo.- concluyó la profesora.- Pueden retirase.

A penas dijo esas palabras fui una de las primeras en salir del aula, lo único que deseaba era dormir una buena siesta. Realmente estaba agotada.

En el camino, pienso en todos los sucesos hasta el día de hoy.
En mi cabeza se me viene la imagen de cierto rubio con quien he estado pasando mucho tiempo y que, además, lo he besado la semana pasada. Desde ese momento no nos volvimos a ver, confieso que tengo temor a que haya sido un error para él y que esté arrepentido. Me habré ilusionada para nada y... no quiero que eso pase.

De repente, una voz me saca de mis pensamientos.

-Wow, ¿adónde vas con tanta prisa, preciosa?- era nada más ni nada menos que Nathaniel, este tenía una sonrisa de oreja a oreja en su rostro.

Mierda, no ahora.

-A mi habitación, ¿dónde más?- dije como si fuera lo más obvio a la vez que le daba la espalda.- Estoy cansada.

-Lástima.- sentí su voz detrás de mí mientras apretaba el botón del ascensor varias veces.- Quería mostrarte algo.

-No estoy de humor, Nath.- aunque por más que deseara estar con él, siento que podría tratarse de lo que estoy pensando y sólo quiero huir.

-Es importante... para mí.- el tono de su voz hizo que me soprendiera un poco, me giré y vi que entre sus manos tenía ¿una rosa?

-¿Qué...?--

-Sucrette, sé que a veces soy un poco idiota contigo. Sabes que te quiero, y... no puedo olvidar el beso del otro día así que...- una sonrisa se asomó por mi rostro, ¿me estaba proponiendo algo? Sea lo que sea estoy a punto de estallar de emoción.- Como sea, eres importante para mí. Me gustaría que lo intentemos.

-Acaso tú, Nathaniel, ¿me estás proponiendo una relación?- él se mordió el labio y rascó su cabello, adoro cuando hace eso, sólo lo deseo más.

-Quiero hacer esto algo más serio, Su.- aquellas palabras hicieron que mi corazón saltara de alegría.

Me acerqué a él y le quite la rosa de las manos suavemente.

-Es bellisima. Gracias.

-No tanto como tú.- dijo haciendo esas caras picaras que usualmente hace.

Negué con una sonrisa y me puse de puntitas para besarle. Él rápidamente me correspondió.

-Te quiero.- le dije sin despegarme de su cuerpo.

-Y yo a ti.- musitó sonriendo.

Espero que te haya gustado aunque es un poco corto!
-silentwinter

One-Shots | 𝗖𝗗𝗠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora