Capítulo 5 ~ 2/2

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DIANA:

 ¿Enserio tenías que haber sido tan estúpida? "no recuerdo haberte visto" eres una estúpida, siempre lo has sido. Yo misma eche todo al carajo, días en estar pensando en él, ponerme nerviosa en tenerlo en la misma clase. También soy una idiota por no haberle dirigido una palabra, Así nací y no creo que mi timidez se me quite por un lardo tiempo.

Comenzó la clase y él no llego, no vino a clase. ¿Qué le habrá pasado? no seas tonta tu hiciste que no viniera a clases es tu culpa me dijo mi subconsciente.

La clase termino, al igual que las otras tres horas. Era la hora del descanso opte por no ir a la cafetería, y así hacer que no me viera mi primo y Louis de esta forma. Distraída, pensativa e inquieta. Comenzarían a llenar me de preguntas. Camine lentamente hacia el salón de literatura, ya que para estas horas el profesor Mars se habrá ido. Abrí la puerta sin hacer ningún ruido. En este momento me quería encontrar sola y pensar...

Pero no estaré sola... el rubio de los ojos azules estaba aquí. Mi corazón se aceleró, pero dio un vuelco al ver que estaba llorando y cubriéndose la cara con sus manos, espera ¿Llorando? Me acerque a él, con dedo índice lo toque de la espalda. Él me miro, su car estaba roja al igual que sus ojos

-¿te encuentras bien?- apenas y pude articular esa pregunta

-¿Cómo quieres que este?- dijo en forma de reproche, se levantó de la butaca - Sí la chica que me hechizo hace unos días no se acuerda de mi-

-Yo...- le iba a decir que si me acordaba de él, que no he dejado de pensar en estos últimos días en él, pero me interrumpió

-Nada, Diana- dijo tomando un suspiro- ¡Dios! me se tu nombre, y me aseguro que tú no te sabes el mío-

La verdad era que no me sé su nombre, solo su apellido Horan... Diana Smith tenías que ser una estúpida. Agache mi mirada, fijándola en el suelo

- Eso lo explica todo- dijo y se dispuso a caminar, rápido lo detuve tomando su brazo

-No chico del súper, no te vayas- susurre. Vi una vaga fracción de sorpresa en su rostro, pero se fue, y vi como tenso su mandíbula

-Ahora haces que me reconoces. No te entiendo- una sonrisa amarga apareció por parte de él

- Yo desde un principio supe que eras tú-

-Ajam si claro. Diana no he tenido un buen día, y tú ahora estas siendo una carga- 

¿Que? ¿Una carga? Maldito

-Solo aléjate de mí ¿Quieres?- continuo diciendo. Se zafo de mi agarre y salió del aula dejando me sola

Quería llorar, quería tirarme al dolor más profundo. Pero tenía que ser fuerte, tenía que ser lo en este momento. Tengo que acercarme a él, tengo que hacer algo para que no se aleje de mí, no tengo que echar nada a perder.

Mi Princesa (Niall Horan)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora