• Capítulo 12 •

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—Taehyung—respondió él, ofreciendo su mano derecha para presentarse, pero Jennie no la tomó, así que terminó estrechando su mano con el aire. Aquello le robó una sonrisa a la muchacha—. ¿Y tú?

—Soy Jennie.

—Es un lindo nombre.

—Taehyung no está mal tampoco—dijo ella, observando por primera vez al chico con detención.

—Claro—dijo él, soltando una pequeña risa y volviendo a mirar al frente.

Jennie estaba casi segura de que había visto a ese Taehyung por los pasillos de la escuela. Lo observó, disimuladamente, mientras se sumían en un silencio cómodo. Taehyung tenía un rostro bastante interesante. Era lindo, de hecho. Traía el pelo castaño, casi largo, casualmente descuidado, y sonreía de una forma extraña.

Muy lindo, pensó ella.

La castaña volvió la vista a su celular, todavía decidiendo si volver a la fiesta o llamar a su madre. Ni siquiera se percató de que el chico se había movido, hasta que sintió que algo le cubría los hombros. Taehyung la estaba arropando con su propio abrigo.

—Disculpa—dijo él rápidamente cuando la vista de ella chocó con sus ojos—. Es que estabas temblando.

Jennie soltó un suspiro, aliviado, enterrándose en el enorme abrigo.

—Gracias—susurró, sintiéndose envuelta en un atrayente aroma varonil. El abrigo estaba tibio todavía. Se sentía bastante agradable—. Lamento no estar de buen humor—se justificó y Taehyung se encogió de hombros—. No ha sido una buena noche.

—No te preocupes—respondió él—. Tampoco es que esté viviendo la mejor noche de mi vida. Quiero decir...—Empezó a reír de la nada. — No me malentiendas, pero... Lo mejor que me ha sucedido en la fiesta fue salir y encontrarme contigo aquí afuera. — Jennie sintió como el color subía lentamente por sus mejillas, así que se ocultó con el abrigo. Taehyung, por su parte, la observaba con ojos cálidos, sin hacer ningún comentario—. Y bien, ¿qué fue lo que te pasó? Te vi salir llorando.

Jennie suspiró por enésima vez.

—El idiota que me invitó a la fiesta está demasiado borracho como para incluso caminar en línea recta—dijo, sin poder ocultar un puchero.

Tae buscó su rostro, curioso.

—¿Y él te gustaba? —Jennie asintió, rehuyendo su mirada—. Entonces, esta era tu gran noche, ¿no es así?

—Algo así—respondió, enfurruñada—. Yo solo quería bailar una estúpida canción con él. ¡Me gusta desde que tengo cinco años, por el amor de dios! Y lo arruinó todo. —Desvió su mirada, con enojo. Terminó soltando una risa frustrada—. No sé por qué te estoy contando mi vida, ni siquiera te conozco.

—A veces es más fácil hablar con los extraños, ¿sabes? —respondió Tae, sobándose las manos con más ímpetu—. Y como soy el extraño que te tocó esta noche, creo que deberías aprovecharlo. Aprovecharte de mí en el buen sentido.

Jennie no pudo evitar soltar una risa.

—¿Existe un buen sentido para eso?

—Claro que lo hay—aseguró Taehyung—. Porque estoy a punto de ofrecerte algo con un muy buen sentido.

—¿Ah, sí? —preguntó ella, sonriendo.

—Sí—dijo él, poniéndose de pie con muchísima seguridad—. ¿Qué tal si esta noche bailas conmigo?—preguntó él.

Fools || BTS Where stories live. Discover now